jueves, 11 de septiembre de 2008

La Revolución Olvidada . La pobreza del fanatismo

La Espiritualidad Islámica

La Revolución Olvidada
© Abdal-Hakim Murad

LA POBREZA DEL FANATISMO


'La sangre no sirve como argumento´ observó Shakespeare. Desgraciadamente las milicias islámicas están llenas de aquellos que lo contradicen. El World Trade Center, que era el día de ayer el símbolo de las finanzas globales, ha devenido hoy en día en un monumento a la incapacidad del Islam, en su globalidad, para controlar a aquellos que creen que Occidente puede ser intimidado para que cambie su manera de enfrentarse a Oriente. No hay ninguna excusa válida. No es tan sencillo como vociferar, como muchos han hecho, que `los pollos vuelven a casa a picar´, y el protestar por la aquiescencia de Washington ante la política israelí de limpieza étnica como inevitable generador de tal odio. Desde luego es cierto, como ha notado Shabbir Ajtar, que la impotencia puede corromper tan profundamente como el poder. Pero el comprender no supone sancionar o empatizar. El tomar las vidas de inocentes para llegar a un objetivo es el signo de la ética secular utilitarista más extrema, y es el extremo contrario de la absoluta entereza moral que requiere la religión.

Había un tiempo, no hace mucho, en el cual los `ultras´ eran unos pocos, formando una pequeñísima milicia frentisca, que a lo largo del mundo pretendía la revivificación del Islam. Tristemente ya no podemos permitirnos el lujo de ignorarlos. El extremo ha comido terreno al centro, que ha cedido, dejándolo dislocado y confuso. Y este debilitamiento del centro, que eran los que disfrutaban siguiendo el ejemplo profético, es acelerado por el oprobio que los extremistas traen, no sólo sobre ellos, sino sobre todos los musulmanes comprometidos del mundo entero. Porque aquí, como en todo lugar, la preferencia de los medios juega en nuestra contra. David Koresh puede retransmitir su mensaje bíblico marginal desde su Rancho Apocalipsis sin que la imagen del cristianismo, incluso de los mismos adventistas, se vea dañada. Pero cuando un grupo marginal islámico pone a unos turistas Suizos una bomba en El Cairo, la suciedad salpica inmediatamente a los `militantes islámicos´ de todo el mundo.

Si las cosas continúan así, el movimiento islámico dejará de ser una posibilidad para la renovación cultural y espiritual, y subsistirá como poco más que un espinoso manojo de sectas maniacas. Las perspectivas de un final tan horroroso y humillante como final de una religión, que en su tiempo superó todas las demás en su capacidad de tolerar el debate y la diferencia de puntos de vista, es ahora una posibilidad real. La experiencia general del funcionamiento del Islam en los últimos cincuenta años ha sido la de la radicalización creciente, conducida por el fallo aparente de las instituciones islámicas tradicionales y los movimientos musulmanes más antiguos, que han lanzado a las gentes a la ambiciosa, pero muy quimérica visión, de la tierra prometida del "estado Islámico".

Si esta catástrofe es evitada, el movimiento mayoritario debería reconquistar la iniciativa. Pero para que esto ocurra es necesario confesar que la crítica de los radicales sobre la moderación tiene su fuerza. El movimiento islámico ha sido, con diferencia, un fracaso evidente. Debemos preguntarnos a nosotros mismos como un hombre como Naser, un carnicero, un soldado fracasado y un cínico demagogo, pudo tomar el poder de un país tan importante como Egipto, a pesar de su ausencia de valores, mientras que los Hermanos Muslmanes, con todos sus millones de miembros que la forman han fallado continuamente durante seis décadas. La acusación radical de un fallo en el método no puede errar en su objetivo en un contexto de inadecuación tan triste y prolongada.



Es en este contexto, tan extraño, quizás, pero tan inevitable, es donde debemos presentar nuestro caso de revitalización de la vida espiritual dentro del Islam. Si efectivamente debe prosperar, la "revitalización islámica" debe ver que está en crisis, y que sus recursos mentales no proveen con suficiencia para satisfacer las necesidades contemporáneas. La respuesta a esto debe estar basada en un acto colectivo de profunda muhasaba, de auto-examen, en términos de superar el ideo logizado neo-Islam de los revitalistas, y regresar a una dialéctica musulmana más clásica y propia.



Lo sintomático de la enfermedad es el hecho de que entre todas las explicaciones ofrecidas por la crisis del movimiento islámico, la única auténticamente islámica, formalmente, que es que puede que Dios no esté ofreciendo Su Apoyo, está llamativamente ausente. Es verdad que escuchamos con frecuencia el verso coránico que dice "Dios no cambia la condición de unas gentes hasta que no cambian su propia condición"[1]. Pero nunca, según parece, parece haber sido un principio comprendido. Se asume que el texto sagrado lo único que hace es ofrecer la reforma moral individual como condición previa para el éxito social completo. Nada puede ser más peligroso, sin embargo, que planear tal reforma moral contra el patrón del fiqh, sin ver que las virtudes adquiridas lo han sido a través de la conformidad con él (una tarea bastante simple) y de un alineamiento espontáneo y genuino del alma. El verso habla de un cambio espiritual, específicamente, un cambio del alma de los creyentes, no un cambio moral. Y como el Bendito Profeta nuca nos dejó de recordar, es muy poco valioso la sujeción externa a las reglas a no ser que la conformidad se refleje y eche raíces a través de una auténtica y recta disposición del corazón. "Nadie entrará en el Jardín por sus obras", como él dijo. Mientras tanto, los juicios y obras profundas, orientadas por el moderno revitalismo islámico (debemos de evitar la el problemático título de `fundamentalistas´), que se fija sólo en las muestras visibles de la moralidad, ha fracasado en responder a la pregunta que hay bajo todo esto, sobre cuál es la razón de la Revelación. Porque es un sinsentido teológico el sugerir que lo único que Dios quiere tiene que ver, al final, con nuestra habilidad para ajustarnos a un complejo conjunto de leyes. Su asunto tiene más bien que ver con que seamos restaurados, a través de nuestros trabajos y Su gracia, al estado de pureza y equilibrio con el cual nacimos. Las leyes son medios vitales para este fin, y son facilitadas por él. Pero no toman su lugar.



Para mostrar este punto, el Sagrado Corán despliega una contundente metáfora. En el Sura Ibrahim, desde los veros 24 a 26, leemos:

"No habéis visto como Dios os ofrece una parábola: Una buena palabra es como un buen árbol, cuya raíz está firmemente asentada y sus hojas están en el cielo. Da lugar a su fruto en todo momento, con el permiso de su Señor. Así es como Dios muestra las parábolas a los hombres, para que quizás así razonen. Y la mala palabra es como un mal árbol cuya raíz ha sido sacada del suelo, y no posee estabilidad ninguna."



De acuerdo con los sabios del tafsir (exégesis), la referencia es a las palabras (kalima) de la fe y de la infidelidad. La primera es mostrada como un crecimiento natural, cuyo florecimiento de logros morales e intelectuales es alimentado por unas raíces firmes, que a su vez se refieren a las bases de la fe: la calidad de las pruebas recibidas, en la certeza y profunda consciencia de Dios, que solamente significan que uno está firmemente enraizado en la realidad de la existencia. Las frutas así producidas, los palpables beneficios de una vida religiosa, son permanentes (`en todo momento´) y no son fruto de la propia habilidad humana, pues sólo pueden llegar `con el permiso de su Señor´. Esta es la profunda vida de la fe. El contraste es, entonces, descrito con la única alternativa: el kufr, que no está basado en la realidad, sino en la ilusión, y por lo tanto "no tiene estabilidad"[2].

Este pasaje tiene reminiscencias de algunas de la clasificaciones binarias de los tipos humanos que habían sido antes presentados en el surat al-baqara, que precisamente resumen la relación entre fe y obras, la jerarquía que existe entre ellas, y el equilibrio sostenible entre alimentación y fructificación, entre tomar y dar, que la verdadera fe debe mantener.

Es con respecto a este criterio como debemos juzgar las cualidades de los diferentes tipos de fe de los activistas contemporáneos. ¿Es acaso la imagen del `ultra´, con su intensa rabia que alguna vez lo hace llegar a desordenes nerviosos, y su fijación en un estrecho rango de temas y preocupaciones, la de aquel que está realmente enraizado y es fructífero, como describe la imagen coránica?

Déjenme responder a la pregunta con un ejemplo que describe mi propia experiencia.

Conocía, bastante bien, a un líder del movimiento radical `islámico´, Yama´at Islamiya, en la universidad egipcia de Assiut. Su nombre era Hamdi. Llevaba una exuberante barba, estaba continuamente frotando sus dientes con un miswak, y pasaba su tiempo predicando amenazas contra los cristianos coptos, siendo un grupo de ellos atacados y golpeados a causa de sus jutbas. Tenía cientos de seguidores; de hecho Assiut sigue siendo hoy en día una fortaleza de la linea dura del activismo de corte wahabí.

La moraleja de la historia es que cinco años después de esto, la providencia me trajo de nuevo cara a cara con shaij Hamdi. En esta ocasión, al encontrarme con él en una calle del cairo casi no lo reconocí. Su barba había desaparecido. Vestía pantalones y un sueter. Más sorprendente todavía era que iba paseando con una joven occidental que era Australiana, con la que, como me contó avergonzado, tenía la intención de casarse. Hablé con él, y me di cuenta fácilmente había dejado de ser un musulmán mínimamente practicante, no rezó más, y su única ambición en la vida era salir de Egipto, vivir en Australia y hacer dinero. Lo más extraordinario era que su experiencia en el activismo islámico no había dejado ninguna huella en él. Era el mismo joven egipcio que había sido antes de su conversión al `Islam radical´.

Este fenómeno, que podría ser descrito como el `agotamiento salafi´, es un hecho conocido en muchas culturas musulmanas modernas. El entusiasmo inicial, que uno adquiere a los veinte, pierde fuerza entre siete y diez años después. La prisión y la tortura, la suerte frecuente de los radicales islámicos, suele servir como manera de prologar el compromiso, pero en última instancia, la mayoría de estos neo musulmanes regresan a su vida normal, sin que parezca que hayan sacado algo, sea bueno o malo, de su experiencia en el universo de la mentalidad salafí.

Lo efímero del extremismo activista debe ser tan sospechoso como su contenido. La auténtica fe musulmana se supone que no debe ser tan frágil; como el Corán dice, su raíz debe `estar bien enraizada´. Uno debe concluir por lo tanto que de los dos árboles descritos en la imagen coránica, el extremismo salafi se parece más al segundo que al primero. Después de todo, los sahaba no tuvieron un compromiso transitorio: su devoción y piedad permaneció incomparablemente pura hasta su muerte.

¿Que atrae a estos jóvenes musulmanes a este tipo de efímero y feroz activismo? Uno no tiene porque suscribirse a determinadas teorías sociales para darse cuenta de la importancia que del casi universal estado de inseguridad que las sociedades musulmanas están experimentando. El mundo islámico está pasando a través del más devastador periodo de transición. Un proceso histórico de cambio económico y científico que en Europa llevó quinientos años ha sido, en el mundo islámico, resumido a un par de generaciones. Por ejemplo, hace solo treinta y cinco años la capital de Arabia Saudí era un núcleo de casas de barro, como lo había sido durante miles de años. El Riad de hoy en día es una megalópolis de alta tecnología, de torres d cristal y acero, maquinas de cola y brillantes Cadillacs. Este es un caso extremo, pero hasta cierto punto las dislocaciones de la modernidad son comunes a toda sociedad musulmana excepto, quizás, un puñado de las más remotas tribus.

Tal periodo de transición, con sus fuerzas centrífugas que impiden que ninguna cosa permanezca constante, hace que los seres humanos se sientan muy inseguros. Buscan algo a su alrededor a lo que sujetarse, que les una identidad. En nuestro caso, esa cosa suele ser normalmente el Islam. Y como ha sido empujados dentro por el sentimiento psíquico de inseguridad, más que el proceso normal de conversión y fe, carecen de algunas de las virtudes religiosas naturales, que son adquiridas por el contacto con una tradición continua, y que no pueden ser adquiridas de un libro.

Uno es capaz de visualizar fácilmente como funciona esto. Un joven árabe, parte de una familia numerosa, que compite por trabajos basura, que no se puede casar porque es pobre, seguramente también inmigrante a una ciudad que ha crecido vertiginosamente, se siente como un hombre perdido en el desierto sin ninguna señal que le indique el camino. Una mañana coge una copia de Sayyid Qutb de una estantería, y `renace´ de golpe. Esto es lo que estaba necesitando: certeza instantánea, un marco sobre el cual interpretar el paisaje en frente suyo, para resolver sus problemas y las tensiones de su vida, e incluso, lo que es más delicioso, una manera de sentirse superior y en control de la situación. Se une a un grupo y ansioso de retener su certeza nuevamente encontrada, acepta la afirmación de que el resto de grupos está equivocado.

Esto no es, desde luego, como debería ser una conversión religiosa musulmana. Debería ser un proceso de maduración intelectual, catalizada por la presencia de una persona muy santa o un lugar especial. La tawba, en su forma tradicional, está investida de un cierto sentimiento de felicidad, de satisfacción y de un profundo afecto por los otros. La versión moderna del tawba, sin embargo, nace de la inseguridad, que hace de esos musulmanes estrechos, intolerantes y exclusivistas. Incluso más significativo es que produce personas cuya fe es, a pesar de su aparente intensidad, capaz de desvanecerse tan sorpresivamente como vino. Falto de todo alimento real, el alma del activista solo puede crecer hambrienta y demacrada, hasta que muere.

El activismo desde dentro

¿Cómo debemos responder a este desorden? Debemos recordar para qué es el Islam. Como hemos hecho notar antes, nuestro din no es, en última instancia, un manual de reglas que, cuando son seguidas de forma meticulosa, se transforman en un pasaporte para el Paraíso. Más bien, es un paquete de tecnología social, intelectual y espiritual cuyo propósito es limpiar el corazón humano. En el Corán, el Señor dice que en el Día del Juicio, nada será de ninguna utilidad para nosotros excepto un corazón sano (qalbun salim)[3]. Y en un famoso hadit del Profeta, sobre él sean las bendiciones y la paz, dice "Ciertamente en el cuerpo hay un trozo de carne que si está puro, todo el cuerpo está sano. Y si está corrupto, todo el cuerpo está corrupto. Y ciertamente éste es el corazón".

Siendo plenamente conscientes de esta orden, a la cual todo el resto de ordenes del Islam están sometidas, y que ella sola les da el significado, los sabios islámicos han trabajado en una ciencia, un `ilm, del análisis de los `estados´ del corazón, y los métodos para llevarlo a esa condición de sanidad. Con el tiempo, esta ciencia adquirió el nombre de tasÌ£awwuf, el sufismo, el nombre tradicional para lo que podríamos llamar hoy en día de manera más inteligible `psicología islámica´.

En este punto, las espadas se levantan y muy fúnebres objeciones se lazan. Es vital entender que el sufismo no es, y nunca lo ha sido, un sistema doctrinal, o una escuela de pensamiento, un madhab. Es, en cambio, un conjunto de introspecciones y prácticas que operan dentro de los diversos madhab islámicos; en otras palabras, no es un madhab, es un ilm. Y como el resto de `ulum islámicos, no era conocido por un nombre durante la época del Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, o sus Compañeros. Pero esto no lo hace menos legítimo. Hay muchas ciencias que tomaron su forma muchos años después del tiempo del Profeta como el usul al-fiqh, por ejemplo, o las innumerables disciplinas técnicas del hadit.



Ahora nuestro discurso nos lleva a las peligrosas y mal entendidas aguas de la sunna y la bid´a, dos nociones que son empuñadas como armas por muchos de los activistas contemporáneos, pero que son a menudo mal utilizadas. La tesis orientalista clásica ve el Islam, como `una árida religión semítica´, falta de mecanismos para su propio desarrollo, y que permanece petrificada desde la muerte de su fundador. Esto es, sin embargo un sinsentido basado en el determinismo étnico de los historiadores del siglo diecinueve que han dado forma a los posteriores sintetizadores del orientalismo (Muir, Le Bon, Renan, Caetani). El Islam, como la religión designada para los últimos tiempos, ha probado en si misma que es adaptable a las condiciones rápidamente cambiantes que caracterizan a este final y entrópico final de la historia.

Pero, ¿qué es bid´a, de acuerdo con las definiciones clásicas del la Ley islámica? Todos conocemos el famoso hadiz:

"Tened cuidado en los asuntos que se introducen nuevos, porque cada asunto nuevo es una innovación, toda innovación es un extravío, y cada extravió conduce al Infierno"[4]

Tomemos por ejemplo la definición del imam Shafi´i, una autoridad universalmente aceptada por el Islam sunní. Escribe:

"Hay dos tipos de novedades (muhdatat). Una es la que contradice el Corán, la sunna o lo que se nos ha transmitido de los primeros musulmanes (azar) o el consenso (i^yma) de los musulmanes: es el la innovación que extravía (bida´ dalala). La segunda es la que en si misma es beneficiosa y no entraña contradicción con ninguna de estas autoridades, esta es la innovación no reprensible (bid´a gair madumuma).[5]

La distinción básica entre ambas formas, aceptables e inaceptables de bid´a, es reconocida por la gran mayoría de los ulemas clásicos. Entre algunos, como por ejemplo al-Izz ibn Abd l-Salam (uno de la media docena de grandes mu^ytahid de la historia islámica), las innovaciones caen dentro de uno de los cinco apartados axiológicos de la saria: obligatorio (wa^yib), recomendado (mandub), permisible (muhab) ofensivo (makruh) y prohibido (hÌ£aram)[6].

Bajo la categoría de innovación obligatoria, ibn Abd l-Salam da los siguientes ejemplos: recopilar el Corán y las leyes del Islam en papel escrito en el tiempo en el que se temió que pudiese perderse, el estudio de la gramática árabe para resolver las controversias sobre el Corán, y el desarrollo de la teología dogmática (kalam) para rechazar las afirmaciones de los mutazilies.

La segunda categoría es la de innovación recomendable. Bajo este encabezado sitúa cosas como la construcción de madrasas, el escribir libros sobre temas importantes para el Islam y el profundizar en los estudios de la lingüística árabe.

La tercera categoría de los permisible o innovación neutra incluye las actividades mundanas, como moler harina, o construir casas de estilos diferentes a los conocidos en Medina.

La cuarta es la de la de la innovación reprensible. Esta incluye faltas menores como sobre decorar las mezquitas o el Corán.

La quinta categoría es la innovación prohibida. Esta incluye los impuestos ilegales, dar la judicatura a personas no preparadas para ello, las creencias sectarias y las prácticas que de forma explícita contravienen los principios del Corán y la sunna.

La clasificación expuesta sobre los tipos de bid´a en la literatura de saria clásica ha sido aceptada por las cuatro escuelas ortodoxas del fiqh. Sólo hay dos movimientos significativos que han sido excepciones a esta manera de entender en la historia del pensamiento islámico: la escuela zÌ£ahiri, estructurada por Ibn HÌ£azm y una corriente del madhab hÌ£anbalí, representada por ibn Taymiya, que iba en contra del consenso de la i^yma en este asunto, y que consideran que todas las formas de innovación, sean buenas o malas, no son islámicas.

Entonces, ¿cómo puede ser que haya tantos musulmanes hoy en día que crean que cualquier innovación de cualquier tipo es inaceptable en el Islam? Uno de los factores ya ha sido comentado: los complejos mentales producidos por la inseguridad, que llevan a la gente a avenirse a interpretaciones absolutistas y literalistas. Otra es la influencia del bien financiado madhab neo-hanbali llamado wahabismo, cuyos líderes son famosos por su rechazo a cualquier forma de desarrollo.

En cualquier caso, armados con esta sofisticada y clásica visión de la capacidad del Islam para reconocer y asimilar la novedad, podemos entender como la civilización islámica pudo producir nuevas disciplinas académicas para enfrentarse a los nuevos problemas según aparecían.

La psicología islámica es una forma típica de los nuevos `ulum que, aunque presentes de forma latente e implícita en el Corán, fueron sistematizados en la cultura islámica durante el comienzo del periodo abasí. Dada la importancia que el Corán da a tener un `corazón sano´, no nos extraña encontrar que la influencia que ha tenido la psicología islámica haya sido masiva y haya llegado a todos los sitios. En los cuatro primeros siglos del periodo formativo del Islam, el tiempo en que los grandes trabajos de tafsir, hadit, gramática y otros fueron estableciéndose, los ulama también aplicaron sus mentes al problema de al-qalb l-salim. Esto fue la primera muestra cuando, siguiendo el ejemplo de los Tabiin, muchos de los primeros ascetas, como Sufran ibn Uyayna, Sufran al-tauri y AbdaLlah ibn al-Mubarak, centraron sus preocupaciones en el arte de purificar el corazón. Los métodos que recomendaron eran frecuentemente el ayuno y la vigilia en oración, lo retiros periódicos y una preocupación por la murabata, el servicio como voluntarios en los castillos de Asia menor.

Este tipo de orientación piadosa no fue sistematizada, ni mucho menos, durante este periodo. Era una categoría muy amplia que englobaba a todos los musulmanes que buscaban la salvación a través de las virtudes proféticas de renunciación, sinceridad y profunda devoción a la revelación. Estos hombres y mujeres eran llamados como bakka´un, los `lamentadores´, por su miedo del Día del Juicio, o como zuhhad, los ascéticos, o ubbad, los adoradores incesantes.

En el tercer siglo, sin embargo, empezamos a encontrar textos que podemos entender como pertenecientes a una escuela devocional distinta. El incremento del lujo y el materialismo de la sociedad urbana abasí puso a muchos musulmanes en una campaña para la restauración de la simplicidad de la época profética. La pureza del corazón, la compasión por los demás y un continuo recuerdo de Dios, fueron los rasgos definitorios de este hecho. Encontramos referencias al método de la muhasaba: el auto-exámen para detectar las impurezas en la intención. Y también la riyada: la autodisciplina.

En ese momento también las más importantes líneas de la psicología coránica habían sido estudiadas. Se dio cuanta de que la criatura humana está compuesta de cuatro partes constitutivas: el cuerpo (^yism), la mente (`aql) el espíritu (ruh) y el alma (nafs). Las dos primeras necesitan poco comentario. Menos familiares (al menos para la gente con una educación moderna) son la tercera y la cuarta.

El espíritu es el ruh, que es lo que subyace a la esencia individual del hombre que sobrevive a la muerte. Es difícil de comprender racionalmente, siendo en buena parte inspiración Divina, como dice el Corán:

"Y te preguntan acerca del espíritu; di, el espíritu es parte de la orden de mi Señor. Y no se os ha concedido del conocimiento sino un poco."[7]

De acuerdo con los psicólogos islámicos más tempranos, el ruh es una realidad no material que imbrica todo el cuerpo humano, pero que está centrado en el corazón, el qalb. Representa la parte del ser humano que no es de este mundo, que lo conecta con su Creador y que, si es afortunado, le permite verLo en el otro mundo. Cuando nacemos, el ruh está intacto y es puro. Así como comenzamos con las distracciones del mundo, sin embargo, es cubierto con los óxidos (ran) de los cuales el Corán habla. Este oxido lo producen dos cosas: las faltas y la distracción. Cuando, a través del proceso de autodisciplina, estas son borradas, de manera que el adorador está libre del pecado y se centra completamente en la presencia inmediata y realidad de Dios, el oxido es disuelto, y el ruh es de nuevo libre. El corazón está entonces sano, y la cercanía a Dios es alcanzada.

Esto suena bastante simple. Sin embargo, los musulmanes de aquellos tiempos enseñaron que esas preciadas cosas sólo se consiguen pagando un precio apropiado. Limpiar los establos Augeos del corazón es más que un terrible desafío. La conformidad exterior a las leyes es bien fácil; pero es sólo el primer paso. Mucho más exigente es la política de la mu^yahada: el combate diario contra el alma concupiscente, el nafs. El Corán dice:

"Y para quien tema la presencia ante su Señor, que prohíba al nafs sus deseos. Para él el Cielo será su lugar de descanso".[8]

Y por ello está el consejo sufí, "Sacrifica a tu ego con el cuchillo de la mu^yahada"[9]

Una vez que el nafs es controlado, entonces el corazón está despejado, y las virtudes surgen de él con facilidad y naturalidad.

Como su objetivo no es nada menos que la salvación, esta ciencia islámica vital ha sido expuesta por los grandes eruditos del Islam clásico. En cambio hoy en día hay muchos musulmanes, influenciados por el los propósitos wahabis o de los orientalistas, que creen que el sufismo ha sido siempre algo marginal en la existencia del Islam, la realidad es que la sobrecogedora mayoría de los eruditos clásicos estaban activamente implicados en el sufismo.

Los eruditos Shafi´i del Jurasan, al-Hakim al-Nisaburi, ibn Furak, al-Qushayri y Bayhaqi, eran todos sufíes que formaban una de las más ricas tradiciones del Islam abasí, que culminaron en los logros del Revivificador del Islam al-Gazali. Gazali mismo, autor de unos trescientos libros, incluido las refutaciones definitivas a la filosofía árabe y a los Israelíes, tres largos libros de fiqh Shafi´i, el mejor tratado de usul al-fiqh, dos trabajos de lógica y muchos tratados teológicos, también dejo el tratado clásico sobre el sufismo ortodoxo: la Ihya Ulum al-Din, un libro del que el Imam al-Nawawi dijo:

"Si todos los libros del Islam se perdiesen, excepto la Ihya, sería esta suficiente para reemplazar al resto".[10]

El Imam Nawawi mismo escribió dos libros en los que recoge su aportación al sufismo, uno llamado Bustan al-`arifin (el Jardín de los Gnósticos) y otro llamado al-Maqasid (recientemente traducido al inglés, editado por Sunna Books, traducido por Un Ha Min Keller)

Entre los malikis, también el sufismo era muy popular. Al-Sawi, al-Dardir, al-Laqqani y Abd l-Wahab al-Bagdadi eran exponentes del sufismo. El alfaquí de El Cairo Abd l-Wahhab al-Saharani define el sufismo como: "El camino de los sufíes está fundamentado en el Corán y la sunna, y está basado en vivir de acuerdo con la moral de los profetas y los puros. No debe ser culpado de nada, a no ser que viole explícitamente una afirmación coránica, de la sunna o el i^yma. Si no contraviene ninguna de estas fuentes, no queda ningún pretexto para condenarlo excepto en la propia opinión de los demás, o en interpretar lo que ellos hacen como ostentación, lo que está prohibido. Nadie niega las afirmaciones de los sufíes excepto alguien ignorante del camino que ellos recorren"[11]

Para el sufismo hanbalí no tiene más que mirar a figuras tan reverenciadas como Abd l-Lah al-Ansari, Abd al-Qadir al-Yilani, ibn al-Yawzi o ibn Rayab.

Virtualmente todas las grandes luces del Islam medieval, al-Suyuti, Ibn Hayar al-Asqalani, al-Aini, Ibn Jaldun, al-Subki, Ibn Hayar al-Haytami, escritores de tafsir como Baydawi, al-Sawi, Abu´l-Su´ud, al-Bagawi e Ibn al-Kathir[12]. Y también escritores de aqida como Taftazani, al-Nasafi, al-Razi; todos escribieron apoyando el sufismo. Los ulemas de las grandes dinastías de la historia islámica, incluyendo los Otomanos o los Mogoles, estaban profundamente influidos por la visión sufí, poniéndola como la más central e indispensable de las ciencias islámicas.

Y otra confirmación de la legitimidad islámica del sufismo es que el entusiasmo de sus exponentes en llevar el Islam más allá de las fronteras del mundo islámico. El proceso de islamización de India, la África negra, Sureste asiático fue llevado a cabo mayormente por maestros sufíes. De igual manera, la obligación islámica del ^yihad fue llevado a cabo con especial celo por las ordenes sufíes. Así tenemos los grandes ^yihadistas del siglo XIX: Suman dan Fodio, al-Sanusi (Libia), Abd al-Qadir al-Yazairi (Argelia) Imam Shamil (Daguestán) y los padre el Padre Rebelión (Sumatra) eran practicantes activos del sufismo, sobre el cual escribían durante sus campañas. Nada está más lejos de la realidad de esa afirmación de que el Sufismo es el movimiento quietista y no militar del Islam.

Con todo ello nos enfrentamos a una paradoja. ¿Por qué, si el sufismo ha sido una parte muy respetable de la vida intelectual y política del Islam a través de su historia, despierta tan agras críticas? Hay dos razones fundamentales.

La primera, hay una influencia dominante de la erudición orientalista que, al menos hasta 1922, cuando Massignon escribió Essai sur les origines de la lexique technique, era de la opinión que algo tan fértil y profundo como el Sufismo no podía haber nacido nunca de algo tan esencialmente `yermo y legalista´ como el suelo del Islam. Los trabajos de los orientalistas traducidos a las lengua de los musulmanes fueron influencias clave sobre los más importantes modernistas, como Muhammad Abduh en sus escritos tardíos, que empezaron a cuestionarse la certeza, o incluso la legitimidad, del discurso sufí en el Islam.

Segundo, está la aparición de la da´wa wahabí. Cuando Muhammad ibn Abd al-Wahhab, hace unos doscientos años, empujó a la tribu de los Saud y atacó a los clanes vecinos, lo hacía bajo el signo de una versión esencialmente neo-jariyi del Islam. Aunque invocaba a Ibn Taymiya, tenía incluso reservas acerca de él. El propio Ibn Taymiya, aunque crítico con los excesos de algunos grupos sufíes, estaba integrado dentro de un movimiento sufí. Está queda claro, por ejemplo, en su libro Sarh Futuh al-Gayb, un comentario de algunos puntos técnicos de Revelaciones del no Visto, uno de las obras principales del santo bagdadí del siglo sexto Abd l-Qadir al-^Yilani. A través de este trabajo Ibn Taymiya se muestra como un leal discípulo de al-^Yilani, al que siempre se refiere como shayjuna (nuestro maestro). Esta afiliación Qadiri es más tarde confirmada en la literatura de la tariqa Qadiri, nombrando a Ibn Taymiya como uno de los eslabones de la silsila, la cadena de trasmisores de las enseñanzas qadiríes. [13]

Ibn Abd l-Wahhab, sin embargo, fue mucho más allá. Criado en las tierras baldías del Na^yd en la Arabia Central, tenía poco acceso al pensamiento de la mayoría del mundo islámico. Cuando su da´wa comenzó y empezó a hacerse a notorio, los eruditos y muftis le aplicaron un conocido hadiz:

Ibn Umar transmite que el Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, que dijo: "Oh Dios, bendice Siria. Oh Dios, bendice el Yemen". Los `resentes dijeron: "¡Y a nuestro Na^yd, Oh mensajero de Dios!" Pero él dijo: "¡Oh Dios, bendice nuestra Sriria y nuestro Yemen!". Los presentes dijeron, "Y nuestro Na^yd, Oh mensajero de Dios". Ibn Umar dice que cree que dijo en la siguiente ocasión: "Los terremotos y la disensión (fitna) están allí, y allí aparecerá el cuerno del demonio"[14]

Y esto es significativo, puesto que de las tierras del Islam, Na^yd ha sido la única que nunca ha producido sabios de ningún tipo. La da´wa originada en el Na^yd por los Wahabis, sin embargo, empezó a ser escuchada con más firmeza después de la explosión de la riqueza petrolífera Saudí. Muchos, si no todas, las casas de publicación de El Cairo y Beirut son subsidiarias de organizaciones wahabíes, que les impiden publicar ninguna obra tradicional de sufismo, y eliminan los párrafos en otras obras que consideran ir en contra de la doctrina wahabí.

La naturaleza neo jariyita de los wahabíes los hace intolerantes a cualquier otra forma de expresión islámica. Sin embargo, la ausencia dentro de ella de ningún fiqh coherente, pues rechaza los madhab ortodoxos, y su `aqida antropomórfica, primitiva y básica, tiene un fluir, una tendencia ameboidea, a producir divisiones y subdivisiones entre los que están en ella. Ya no estarán nunca más unidos de forma esencial los grupos islámicos por un madhab consistente y la `aqida Ash´ari (o Maturidi). Sino que todos ellos tratan de derivar la saria y la `aqida del Corán y la sunna por ellos mismos. El resultado es el abrumador estado de división y conflicto que aparece en la condición del salafismo moderno.

En este crítico momento de la historia, la umma tiene sólo una salida realista para sobrevivir, que es restaurar el `camino de en medio´, definido por un sofisticado y clásico consenso que se trabajó durante unos dolorosos siglos de debate y erudición. Este consenso es el único que ha demostrado la capacidad para disponer una base para la unidad. Pero solo puede ser alcanzado si mejoramos el estado de nuestras almas, y lo llenamos con las virtudes islámicas de afecto, respeto, tolerancia y reconciliación. La reforma interna, que es la competencia tradicional del sufismo, es condición previa para la restauración de la unidad del movimiento islámico. La alternativa parece ser el continuo, y agónico, fracaso.

[1] Corán 13:11

[2] Para un analisis de este pasaje ver Habib Ahmad Mashhur al-Haddad, Key to the Garden (Quilliam Press, London 1990 CE), 78-81.

[3] Sura 26:89. El arquetipo es Abrahámico: ver Sura 37:84.

[4] Este hadith es un ejemplo de tajsis al-amm: un procedimiento frecuente en usul al-fiqh por el cual un argumento aparentemente descalificado para impeder la contradicción con otro principo necesario. Ver Ahmad ibn Naqib al-Misri, Reliance of the Traveller, tr. Nuh Ha Mim Keller (Abu Dhabi, 1991 CE), 907-8 para más ejemplos..

[5] Ibn Asakir, Tabyin Kadhib al-Muftari (Damascus, 1347), 97.

[6] Citado por Muhammad al-yurdani, al-Jawahir al-lu'lu'iyya fi sharh al-Arba'in al-Nawawiya (Damasco, 1328), 220-1.

[7] 17:85

[8] 79:40.

[9] al-Qushayri, al-Risala (Cairo, n.d.), I, 393.

[10] al-Zabidi, Ithaf al-sada al-muttaqin (Cairo, 1311), I, 27.

[11] Sha'rani, al-Tabaqat al-Kubra (Cairo, 1374), I, 4.

[12] Es cierto que Ibn Kathir en su Bidaya es crítico con algunos sufíes tardíos. Pero es también cierto que en su Mawlid, pedía a sus alumnos que recitasen con la ocasión del nacimiento del Profeta cada año, hace su personal aportación a un sufismo conservador y sobrio claramente.

[13] Ver el artículo G. Makdisi 'Ibn Taymiyya: A Sufi of the Qadiriya Order' , American Journal of Arabic Studies, 1973.

[14] Narrado en Bujari.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Salafiyya

Extracto del libro:

CREENCIA E ISLAM TRADUCCION
I’TIQAD-NAMA
de El gran wali, tesoro de las bendiciones de Allah
subhana wa ta’ala, hombre superior en cada aspecto,
maestro de conocimiento inalcanzable, luz del camino
recto, la verdad y el Din de Islam
MAWLANA DIYA AD-DÎN
JALID AL-BAGHDADÎ
Hakîkat

---------------------------------------------------------------------------
“SALAFIYYA”

Diremos desde un principio que los libros escritos por los
‘ulama de Ahl as-Sunna no mencionan nada por el nombre de
‘Salafiyya’ o de un ‘Madhab Salafiyya’. Estos nombres, forjados
a posteriori por los que están en contra de los madhabs, se
extendieron entre los otomanos a través de los libros de no
madhab, traducidos del árabe al turco por hombres de religión
ignorantes. Según ellos:
“Salafiyya es el nombre del madhab que habían seguido
todos los sunnis antes de que se fundaran los madhabs de
Ash’ariyya y Maturidiyya. Eran los seguidores de los Sahaba y
los Tabi’in. El Madhab Salafiyya es el madhab de los Sahaba, los
Tabi’in y los Taba at-Tabi’in. Los cuatro grandes Imams pertenec
ían a este madhab. El primer libro que defendió la Salafiyya fue
Fiqh al Akbar, escrito por Imam al a’zam. Imam al-Ghazzali
escribió en su libro Iljam al-awam ‘ani ‘l-kalam, que el madhab
Salafiyya tenía siete principios esenciales. Los ‘ilm al-kalam de
los mutajirin (los que vinieron después) empezaron con Imam
al-Ghazzali. Habiendo estudiado los madhabs de los antiguos
‘ulama de kalam y las ideas de los filósofos islámicos, Imam
al-Ghazzali hizo cambios en los métodos de ‘ilm al-kalam. Insert
ó argumentos filosóficos en los ‘ilm al-kalam con intención de
refutarlos. Ar-Radi y al-Amidi combinaron kalam y filosofía y los
hicieron una rama del conocimiento. Y al-Baidawi hizo el kalam y
la filosofía inseparables. El ‘ilm al-kalam de los mutajirin previno
la extensión del madhab Salafiyya. Ibn Taimiyya y su discípulo
Ibn al-Qayyim al-Jawziyya intentó enriquecer el Madhab
Salafiyya que luego se separó en dos partes; los primeros salafi
no se adentraron en detalles sobre los atributos de Allah o sobre
el Nass de mutashabih. Los salafi que vinieron después tuvieron
interés en detallarlos. Este caso se hace bastante evidente con
los salafi más recientes como Ibn Taimiyya y Ibn al-Qayyim.
Tanto los salafi anteriores como los posteriores se llaman Ahl
as-Sunna al-jassa. Los hombres de kalam que pertenecían a Ahl
as-Sunna interpretaron parte del Nass, pero los salafiyya se
opusieron. Al decir que la faz de Allah y Su venir no son como las
caras y el venir de la gente, los Salafiyya difieren de los
Mushabbiha.”

No es correcto decir que los madhabs de al-Ash’ari y
al-Martudi fueron fundados más tarde. Estos dos grandes Imams
explicaron el conocimiento de i’tiqad e Imán que había sido
comunicado por Salaf as-salihin, lo ordenaron por clases y lo
publicaron, haciéndolo comprensible para los jóvenes. Al-Imam
al-Ash’ari estaba en la cadena de discípulos de Imam Shafi.
Imam al-Martudi era un gran eslabón de la cadena de discípulos
de Imam al-a’zam Abu Hanifa. Al-Ash’ari y al-Martudi no se
salieron del madhab común de sus maestros. No fundaron
nuevos madhabs. Estos dos, sus maestros y los cuatro grandes
Imams tenían un ú nico madhab de creencia con el bien conocido
nombre de Ahl as-Sunna wa ‘l-Jama’a. Las creencias de la gente
de este grupo son las creencias de los Sahaba, los Tabi’in y los
Taba at-Tabi’in. El libro Fiqh al-Akbar, escrito por Imam al-a’zam
Abu Hanifa, defiende el madhab de Ahl as-Sunna. La palabra
‘Salafiyya’ no existe en ese libro ni en el Iljam al-awam ‘ani
‘l-kalam de Imam Al-Ghazzali. Estos dos libros y Qawl al-fasl,
una de las explicaciones del libro Fiqh al-Akbar, enseñan el
madhab de Ahl as-Sunna y contestan a los grupos y filósofos
que están desviados. Imam Al-Ghazzali escribió en su libro Iljam
al-awam ‘ani ‘l-kalam: “En este libro informaré de que el madhab
de los Salaf es correcto. Explicaré que los que disienten de este
madhab llevan consigo la bida’. El madhab de los Salaf significa
el madhab de los Sahaba y los Tabi’in. Los principios esenciales
de este madhab son siete.” Como vemos, el Iljam menciona los
siete principios esenciales del ‘Salaf’. Pretender que se refiere a
los siete principios esenciales de ‘Salafiyya’ es tergiversar el
texto y difamar a Imam Al-Ghazzali. Tal y como afirman todos los
libros de Ahl as-Sunna, el libro Durr al-mukhtar, un valioso texto
de fiqh, dice: “Salaf es un epíteto para los Sahaba y los Tabi’in.
También se llaman los Salaf as-salihin. Y los ‘ulama de Ahl
as-Sunna que vienen después de Salaf as-Salihin se llaman
‘Jalaf’. Imam Al-Ghazzali, Imam ar-Radi e Imam al-Baidawi, a
quien se estimaba y honraba sobre los demás por los ‘ulama de
tafsir, estaban todos en el madhab de Salaf as-Salihin. Los
grupos de bida’ que surgieron en su tiempo mezclaron ‘ilm al
kalam con filosofía. De hecho basaron su Imán en la filosofía. El
libro Al-milal wa’n-nihal ofrece información detallada sobre las
creencias de estos grupos desviados. Al tiempo que defendían
el madhab de Ahl as-Sunna contra los grupos corruptos y
refutaban sus ideas confundidas, estos tres grandes Imams
contestaron de forma extensa a su filosofía. Ofrecer estas
respuestas no significa mezclar la filosofía con el madhab de Ahl
as-Sunna. Por el contrario, ellos purificaron el conocimiento de
kalam de los pensamientos filosóficos que se le habían
interpolado. No existe método ni pensamiento filosófico en la
obra de al-Baidawi o en el tafsir de Sheij Zada, la más valiosa de
sus anotaciones. Es una calumnia despreciable decir que estos
tres Imams se dedicaron a la filosofía. Este estigma se les dio a
los ‘ulama de Ahl as-Sunna por primera vez en el libro Al-wasita
de Ibn Taimiyya. Y decir que Ibn Taimiyya e Ibn al-Qayyim
intentaron enriquecer el madhab Salafiyya, es divulgar un
importante punto, sobre el cual los que están en el camino
correcto y los que se ha desviado, difieren. Antes de estas dos
personas no hubo un madhab llamado ‘salafiyya’, ni tan solo la
palabra. ¿Cómo se les puede atribuir el haberlo enriquecido?
Antes de estos dos, solo había un madhab correct, el madhab de
Salaf as-Salihin, llamado Ahl as-Sunna wa ‘l-Jama’a. Ibn
Taimiyya intentó distorsionarlo e inventó numerosas
innovaciones. La fuente de los libros, palabras y pensamientos
corruptos de la gente la-madhabi y reformistas de hoy en día, es
solo la bida’ de Ibn Taimiyya. Para engañar a los musulmanes y
convencer a la juventud de que su camino desviado era el
correcto, estos corruptores diseñaron una horrible estratagema:
forjaron el nombre ‘Salafiyya’ partiendo del termino ‘Salaf
as-Salihin’, para así justificar la bida’ y la corrupción de Ibn
Taimiyya y desviar a los jóvenes hacia él. Atacaron a los ‘ulama
del Islam, sucesores de Salaf as-Salihin, con los estigmas de
‘filosofía’ y ‘bida’’, y les acusaron por disentir de su nombre
inventado, ‘Salafiyya’. Presentaron a Ibn Taimiyya como
mujtahid, como el héroe que resucitó la Salafiyya. De hecho, los
‘ulama de Ahl as-Sunna (que Allah esté complacido con ellos),
que son los sucesores de Salaf as-Salihin, defienden las enseñ
anzas de i’tiqad de Ahl as-Sunna, que era el madhab de Salaf
as-Salihin, y en los libros que han escrito hasta nuestros días y
en los que aún siguen escribiendo, nos informan de que Ibn
Taimiyya, ash-Shawkani y otros como ellos han disentido del
camino de Salaf as-Salihin y han estado llevando a los
musulmanes hacia el desastre.


Aquellos que lean libros como At-tawassuli bi ‘n-Nabi wa bi
‘s-salihin, Ulama al-muslimin wa ‘l-mujalifun, Shifa’ as-siqam y su
prefacio Tat’hir al fu’ad min danasi ‘l-i’tiqad, se darán cuenta de
que la gente que inventó las creencias corruptas llamadas
‘Nueva Salafiyya’ están llevando a los musulmanes hacia la
perdición e intentando destruir Islam desde dentro.
Hoy en día, algunas bocas emplean frecuentemente el
termino ‘Salafiya’. Cada musulmán debería saber muy bien que
no hay nada en Islam con el nombre de ‘Salafiyya’, sino que solo
existe el madhab Salaf as-Salihin, que fueron los musulmanes
de los dos primeros siglos de Islam y que fueron enaltecidos en
un Hadiz. Los ‘ulama del Islam que vinieron en el tercer y cuarto
siglo se llaman Jalaf as-sadiqin. El i’tiqad de esta honorable
gente se llama el madhab de Ahl as-Sunna wa ‘l-Jama’a. Este es
el madhab del Imán, los principios de la creencia. El Imán de los
Sahaba y el de los Tabi’in era el mismo. No había diferencia
entre sus creencias. Hoy en día, la mayoría de los musulmanes
del mundo están en el madhab de Ahl as-Sunna. Todos los 72
grupos desviados de bida’ aparecieron después de los dos
primeros siglos de Islam. Los fundadores de algunos de estos
grupos vivieron antes, pero fue después de los Tabi’in cuando
escribieron sus libros, formaron grupos y desafiaron a Ahl
as-Sunna.
Rasulullah (que Allah le bendiga y le dé paz) trajo las
creencias de Ahl as-Sunna. Los Sahaba al-kiram derivaron estas
enseñanzas de Imán a partir de la fuente. Y los Tabi’in Izan a su
vez, aprendieron estas enseñanzas de los Sahaba al-kiram. Y
de ellos aprendieron sus sucesores, y así nos han llegado las
enseñanzas de Ahl as-Sunna por la vía de la transmisión y el
tawatur. Estas enseñanzas no pueden explorarse por la vía de la
razón. El intelecto no puede cambiarlas, solo asistir en su
comprensión. De hecho, el intelecto es necesario para
entenderlas, darse cuenta de que son correctas y apreciar su
valor. Todos los ‘ulama de Hadiz sostenían las creencias de Ahl
as-Sunna. Los Imams de las cuatro madhabs pertenecían, de
hecho y en sus acciones, a este ú nico madhab. También
al-Martudi y al-Ash’ari, los dos Imams de nuestros madhabs de
creencia, pertenecían al madhab de Ahl as-Sunna. Ambos
promulgaron este madhab. Siempre lo defendieron contra los
corruptores y materialistas, que habían quedado atrapados en
las ciénagas de la antigua filosofía griega.


Y aunque fueron contemporáneos, vivieron en lugares diferentes y sus formas de
pensar y de tratar con los que les ofendían eran distintas, por lo
que los métodos de defensa y las respuestas de estos dos
grandes ‘ulama fueron diferentes. Pero esto no significa que
pertenecieran a madhabs diferentes. Cientos de miles de ‘ulama
y awliya’ que han estudiado en profundidad y que han llegado
tras estos dos Imams, han indagado en sus libros y han
declarado en consenso que ambos pertenecieron al madhab de
Ahl as-Sunna. Los ‘ulama de Ahl as-Sunna tomaron el Nass con
sus significados externos. Es decir, que dieron a los ayats y
Hadices sus significados externos y no explicaron (ta’wil) el Nass
ni modificaron estos significados, a menos que hubiera una
darura (necesidal) para hacerlo. Y nunca establecieron cambios
a partir de su conocimiento u opiniones personales. Pero
aquellos que pertenecieron a grupos desviados y los la-madhabi
(no-madhab) no dudaron en cambiar las enseñanzas de Imán e
‘ibada, tal y como habían aprendido de filósofos griegos y falsos
científicos que eran adversarios del Islam.
Cuando el Gobierno Otomano, que era el guardián y sirviente
de los ‘ulama de Ahl as-Sunna, se disolvió, sucumbiendo a los
artificios del siglo llevados a cabo por los masones, los
misioneros y la nefasta política impuesta por el Imperio Británico,
quienes movilizaron todas sus fuerzas materiales, los que
estaban en contra de los madhabs aprovecharon su
oportunidad. Con diabólicas mentiras y estrategias, comenzaron
a atacar a Ahl as-Sunna y a destruir Islam desde el interior.
Especialmente en países como Arabia Saudi, donde los ‘ulama
de Ahl as-Sunna no pueden expresarse hoy con libertad. El
inmensurable oro que dispensaron los wahabis ayudó a
extender esta agresión por todo el mundo. Como hemos sabido
por informes procedentes de Pakistán, India y los países
africanos, hombres de religión sin mucho conocimiento fueron
colocados y sobornados con puestos religiosos y apartamentos
con el fin de que apoyaran a los agresores. Su traición al engañ
ar a los jóvenes y alienarlos del madhab de Ahl as-Sunna les
procuró ciertas ventajas. En uno de los libros que escribieron
para desviar a los estudiantes de las madrasas, hijos de los
musulmanes, se decía: “He escrito este libro con la intención de
eliminar la intolerancia de los madhabs y ayudar a todo el mundo
a vivir en paz en sus madhabs.” Este hombre quiere decir que la
solución para eliminar la intolerancia de los madhabs es atacar a
Ahl as-Sunna y desprestigiar a los ‘ulama de Ahl as-Sunna.
Hunde una daga en el Islam y luego dice estar haciéndolo para
que los musulmanes vivan en paz. En otro lugar del libro se dice
“si una persona pensante acierta en su pensamiento, será
recompensado diez veces, si no acierta será recompensado una
vez.” Según esto, cualquiera, no importa si es cristiano o politeí
sta, será recompensado por cada pensamiento que tenga, y ser
á recompensado diez veces por sus pensamientos correctos!
Vean cómo tergiversa el Hadiz ash-sherif de nuestro Profeta
(que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y cómo hace
sus trucos! El Hadiz dice así: “Si un mujtahid acierta al extraer
reglas de un ayat o de un Hadiz, recibirá diez zawabs. Si no
acierta, recibirá un zawab.”
En el tiempo de Salaf as-Salihin y de los ‘ulama mujtahids,
que eran sus sucesores, y hasta el final del cuarto siglo del
Islam, cuando un nuevo asunto emergía como resultado de un
cambio en la forma y condiciones de vida, los ‘ulama mujtahids
trabajaban día y noche para deducir la forma en la que el asunto
debía ser tratado, partiendo de las cuatro fuentes llamadas
al-adillat ash-Shar’iyya. Entonces, todos los musulmanes hacían
las cosas pertenecientes a ese asunto de acuerdo con las
deducciones del Imam de su madhab. Y aquellos que hacían
esto recibían diez zawabs o bien uno. Tras el cuarto siglo, la
gente continuó siguiendo las deducciones de estos mujtahids.
En el curso de este largo período, ni un solo musulmán se perdía
o se veía en un dilema acerca de como actuar. Pero habiendo
pasado el tiempo, ningún ‘alim o mufti tenía el conocimiento que
le permitiese ni tan solo el séptimo grado de ijtihad, por lo que
hoy en día, tenemos que aprender de un musulmán que sepa
leer y comprenda los libros de los ‘ulama de los cuatro madhabs,
y recurrir a los libros traducidos por él, adaptando nuestra ‘ibada
y nuestra vida diaria a ellos. Allah expuso las reglas para todo en
el Corán al Karim. Su elevado Profeta Muhammad (que Allah le
bendiga y le dé paz) las explicó todas. Y los ‘ulama de Ahl
as-Sunna, habiéndolas aprendido de los Sahaba, las escribieron
en sus libros. Hoy en día estos libros están por todo el mundo.
Cada práctica nueva que aparezca, desde hoy hasta el Ultimo D
ía, puede ser ejemplificada por una de las enseñanzas
contenidas en estos libros.


Esta posibilidad es una mu’jiza del Corán al Karim y una karama de los ‘ulama de Islam. Pero es de una importancia esencial aprender preguntando a un musulmán
sunni. Si preguntas a un hombre de religión que no pertenezca a
una de las cuatro madhabs, te confundirá dándote una
respuesta inconsistente con los libros de fiqh.
Ya hemos explicado cómo la juventud es engañada por los
ignorantes la-madhabi (no-madhab) que han estado una
temporada en países árabes, han aprendido a hablar árabe, han
malgastado su tiempo llevando una vida de distracción, placeres
y faltas, y luego, con un papel sellado por los la-madhabi
(no-madhab), enemigos de Ahl as-Sunna, han vuelto a Pakistán
o a la India. Los jóvenes que ven sus falsos diplomas y les oyen
hablar árabe creen que se trata de ‘ulama del Islam. Sin
embargo no pueden entender un libro de fiqh. Y no saben nada
de la enseñanza del fiqh que hay en los libros. De hecho, ni
siquiera creen en estas enseñanzas, las llaman intolerantes. En
el pasado, los ‘ulama de Islam consultaban en los libros de fiqh
las cuestiones sobre las cuales la gente les preguntaba, y de
ellos extraían las respuestas. Pero el hombre de religión
la-madhabi (no-madhab), siendo incapaz de entender un libro de
fiqh, desviará al que pregunta diciéndole cualquier cosa que
pase por su ignorante cabeza y su mente defectuosa, y le causar
á un daño considerable. Es a este efecto que nuestro Profeta
(que Allah le bendiga y le dé paz) dijo: “El buen ‘alim es el mejor
de la humanidad. El mal ‘alim es el peor de la humanidad.” Este
Hadiz demuestra que los ‘ulama de Ahl as-Sunna son los
mejores de la humanidad y que los la-madhabi (no-madhab) son
los peores de la humanidad, porque los primeros guían a la
gente a seguir a Rasulullah (que Allah le bendiga y le dé paz) y a
llegar al Jardín, mientras los segundos les guían a sus ideas
corruptas y al Fuego.
Ustad Ibn Jalifa Aliwi, licenciado por la Universidad Islámica
de Jami’ al-Azhar, escribió en su libro Aqidat as-Salafi wa ‘l-jalaf:
“Como ‘Allama Abu Suhra escribió en su libro Tarikh
al-madhahibi ‘l-Islamiyya, algunas personas que disentían del
madhab Hanbali en el cuarto siglo después de la Héjira, se hací
an llamar ‘Salafiyin’. Abu ‘l-Faraj ibn al-Jawzi y otros ‘ulama del
madhab Hanbali evitaron que la fitna (separación) se
extendiese, proclamando que aquellos salafis no eran
seguidores de Salaf as-Salihin, sino que eran portadores de
bida’ pertenecientes al grupo de Mujassima. En el siglo séptimo
Ibn Taimiyya organizó esta fitna de nuevo.
Los la-madhabi (no-madhab) han adoptado el nombre de
‘Salafiyya’ y han nombrado a Ibn Taimiyya ‘el gran Imam de los
salafis’. Esto es cierto en el sentido de que la palabra ‘salafi’ no
había existdo antes de su llegada. Habían existido Salaf
as-Salihin cuyo madhab era Ahl as-Sunna. Las creencias
corruptas de Ibn Taimiyya se convirtieron en la fuente para los
wahabis y otras gentes la-madhabi (no-madhab). Ibn Taimiyya
había sido educado en el madhab Hanbali, es decir, que había
sido sunni. Pero al incrementar su conocimiento y llegar al grado
de fatwa, se creyó auto-suficiente y empezó a sentirse superior
a los ‘ulama de Ahl as-Sunna. El incremento de su conocimiento
le trajo desviación. Entonces dejó de estar en el madhab
Hanbali, puesto que estar en una de las cuatro escuelas implica
tener las creencias de Ahl as-Sunna. De una persona que no
tiene las creencias de Ahl as-Sunna no puede decirse que
pertenezca al madhab Hanbali.
La gente la-madhabi (no-madhab) se aferra a cada
oportunidad para desprestigiar a los hombres de Sunna en su
propio país. Acuden a todo tipo de estrategias para que sus
libros no se lean y las enseñanzas de Ahl as-Sunna no se
aprendan. Por ejemplo, un la-madhabi (no-madhab) dijo
mencionando el nombre de un ‘alim auténtico: “¿Qué tiene que
ver un farmacéutico con el conocimiento religioso? Debe trabajar
en su propia rama y dejarnos a nosotros nuestros asuntos.” Qué
afirmación tan estúpida! Cree que un científico no puede tener
conocimiento del Din. No es consciente del hecho de que los
científicos musulmanes observan la Creación Divina en cada
momento, se dan cuenta de los Perfectos Atributos del Creador
expuestos en el Libro de la Creación y, viendo la incapacidad de
las criaturas comparada con el Poder Infinito de Allah, perciben
continuamente que Allah es incomparable y que está lejos de
toda imperfección. Max Plank, célebre físico nuclear alemán,
expresó esto muy bien en su trabajo Der Strom. Pero el
ignorante antes mencionado, apoyado en el documento que otro
ignorante la-madhabi (no-madhab) le entregó, desde la posición
que éste le otorgó y quizás encandilado por el oro extranjero,
supone que el conocimiento de la religión es de uso exclusivo.



Le pedimos a Allah que eleve su maltrecha persona (‘alim mencionado) y a nosotros mismos! Y que Allah proteja a los jó
venes de las trampas de estos ladrones de religión certificados.
Amin.
De hecho, el ‘alim mencionado sirvió a su nación
humildemente durante más de 30 años en el campo de la
farmacia y la ingeniería química. Y al mismo tiempo, obteniendo
una educación islámica y trabajando día y noche durante 7 años,
fue honrado con la ‘ijaza entregada por un gran ‘alim del Islam.
Abrumado por el poder del conocimiento científico y religioso,
comprendió plenamente su incapacidad. Por este
descubrimiento intentó convertirse en un fiel siviente. La más
grande de sus preocupaciones fue la de nunca suponer,
cayendo en el encanto de títulos y condecoraciones, que él era
una autoridad en estos temas. Su humildad y la grandeza de
este temor están patentes en todos sus libros. No tuvo el coraje
de escribir sus propias ideas y opiniones en sus libros. Intentó
siempre ofrecer a sus jóvenes hermanos los valiosos escritos de
los ‘ulama de Ahl as-Sunna, textos admirados por aquellos que
los entendían y los traducían del árabe o del persa. Siendo tan
grande su temor, no había pensado en escribir libros durante añ
os. Pero al ver el Hadiz, en la primera página de Sawaiq-ul
Muhriqa, que decía “Cuando la fitna se extienda, aquel que
conozca la verdad debe transmitirla a otros, y si no lo hace Que
Allah y la gente le maldigan!, empezó a reflexionar. Por un lado,
cuando constataba la superioridad de comprensión y capacidad
mental en la sabiduría del Din y el conocimiento científico de los
‘ulama de Ahl as-Sunna, y su perseverancia en ‘ibada y taqwa
(temor de Allah), se sentía humilde: frente al océano de
conocimiento que aquellos ‘ulama contenían, consideraba su
propio conocimiento como una gota. Por otro lado, viendo como
cada vez menos creyentes podían leer y entender los libros de
Ahl as-Sunna, y viendo cómo corruptores e ignorantes se habían
mezclado con los hombres del conocimiento auténtico del Din y
habían escrito libros corruptos, se sintió apenado: la advertencia
contenida en el Hadiz le consternó. También la compasión que
sintió por sus hermanos más jóvenes le movió a servirles, y
entonces comenzó a traducir y publicar sus selecciones de los
libros de los ‘ulama de Ahl as-Sunna. Junto a las innumerables
cartas de apreciación y felicitaciones que recibía, algunas veces
era criticado y desprestigiado por los la-madhabi (no-madhab).
Pero al no tener dudas sobre su sinceridad (ihlas) y veracidad
para con su Señor y su conciencia, confiándose en Allah y
haciendo tawassul al alma bendita de Su Mensajero (que Allah
le bendiga y le dé paz) y a las de sus siervos dedicados, continu
ó con su tarea. Que Allah nos mantenga en el camino verdadero
y agradable para El! Amin.
El gran ‘alim Hanafi Muhammad Bahit al-Muti’i, profesor en la
Universidad de Jami’ al-Azhar de Egipto, escribió en su libro
Tat’hir al-fu’ad min danisi ‘l-i’tiqad:
“De entre toda la gente, los profetas (la paz sea con ellos) ten
ían las más elevadas y maduras almas. Eran inmunes a cosas
tales como el error, la inconsciencia, la perfidia, la intolerancia, la
obstinación, seguir al nafs, el rencor o el odio. Los profetas
comunicaban y explicaban las cosas que Allah les transmitía í
ntimamente. Las enseñanzas de Islam, las ó rdenes y
prohibiciones son todas verdad. Ni una de ellas es errónea o est
á corrupta. Después de los profetas, la gente más elevada
fueron los Sahaba, puesto que fueron instruidos, madurados y
purificados en la suhba (compañía) de los profetas. Ellos
siempre contaron lo que habían oído de los profetas. Todas las
cosas que ellos dijeron son verdad y están lejos de los vicios
antes mencionados. No se contradijeron los unos a los otros por
intolerancia u obstinación, ni siguieron a su nafs. El hecho de
que los Sahaba hayan explicado los ayats y Hadices, y que
hayan empleado ijtihad para comunicar el Din de Allah a Sus
esclavos, es la gran bendición de Allah para Su Umma y Su
Compasión por Su Amado Profeta Muhammad (que Allah le
bendiga y le dé paz). El Corán describe a los Sahaba como
duros con los incrédulos y amables los unos con los otros, dice
que hacían el salat diligentemente y que lo esperaban todo y el
Jardín de Allah subhana wa ta’ala. Todo su ijtihad, sobre el cual
la ijma’ se formulaba, es correcto. Todos fueron recompensados
ya que la realidad es solo una.


La gente más elevada después de los Sahaba fueron
aquellos que les vieron y fueron educados en su suhba. Estos se
llaman los Tabi’in. Adquirieron su conocimiento del Din de los
Sahaba. La gente más elevada después de los Tabi’in fueron
aquellos que vieron a los Tabi’in y fueron instruidos en su suhba
(compañía). Se llaman los Taba at-Tabi’in. De entre la gente de
los siglos posteriores a ellos y hasta el Ultimo Día, los mejores
son aquellos que se adaptan a ellos, aprenden sus enseñanzas
y les siguen. De entre los hombres con autoridad en el Din
después de Salaf as-Salihin, la persona sabia e inteligente,
cuyas palabras y acciones estén de acuerdo con las de
Rasulullah (que Allah le bendiga y le dé paz) y con las de los
Salaf as-Salihin, que nunca se aparte de su rumbo en sus
palabras y acciones, y que no exceda los límites de Islam, no
temerá las degradaciones de otros. No sucumbirá a su desviació
n. No escuchará las palabras de los ignorantes. Empleará su
intelecto y no se saldrá de los cuatro madhabs de los Imams
mujtahid. Los musulmanes deben encontrar un ‘alim,
preguntarle y aprender aquello que no sepan, y deben seguir su
consejo en todo lo que hagan, por que un ‘alim con esta
capacidad conocerá y hará conocer las medicinas que Allah ha
creado para proteger a Sus esclavos del error y permitirles
actuar correctamente. Conocerá las curas del alma. Curará a los
psicópatas y a los retrasados. Este ‘alim se ceñirá a Islam en
cada palabra, cada acción y cada creencia. Su comprensión
siempre estará en lo correcto. Responderá siempre con certeza.
Sus acciones serán agradables para Allah. Allahu ta’ala dará gu
ía a aquellos que busquen los caminos de Su Amor. Allah
protegerá contra conflicto y la opresión a los que tienen Imán y
cumplen con los requisitos del Imán. Les hará alcanzar la Luz
(Nur), la felicidad y la salvación. Encontrarán facilidad en todo lo
que hagan. En el Día del Juicio estarán con los profetas, los
siddiq, los shahid y los musulmanes salihun.
No importa en qué siglo, si un hombre de posición religiosa
no sigue los principios del Profeta y sus Sahaba, si sus palabras,
hechos y creencias no están de acuerdo con sus enseñanzas, si
sigue sus propios pensamientos y excede los límites de Islam, si
sobrepasa los cuatro madhabs en aquellas ciencias que no
puede comprender, será juzgado como un hombre corrupto con
una posición religiosa. Allah ha sellado su corazón. Sus ojos no
pueden ver el camino correcto. Sus oídos no pueden oír la
palabra correcta. Habrá un castigo terrible para él en el próximo
mundo. No es agradable para Allah. La gente de su clase son
enemigos de los profetas. Creen estar en el camino correcto. Se
complacen con su comportamiento. Sin embargo siguen a
Shaytan. Pocos de ellos se conciencian y retoman el camino
recto. Todo lo que dicen parece amable, útil y maravilloso, pero
todo lo que piensan y les es agradable es malo. Engañan a los
tontos y les conducen a la corrupción. Sus palabras son limpias y
brillantes como la nieve, pero al exponerlas al sol de la verdad se
derriten. Estos malos hombres con posiciones religiosas, cuyos
corazones han sido ennegrecidos y sellados por Allah, se llaman
ahl al-bida’ o gente la-madhabi (no-madhab) con posiciones
religiosas. Son la gente cuyas creencias y acciones no son
compatibles con el Corán, ni con los Hadices, ni con la ijma’
al-Umma. Habiéndose desviado del camino recto, desvían a
otros musulmanes también. Aquellos que les sigan irán al
Fuego. Había muchos de estos corruptores en el tiempo de Salaf
as-Salihin y también entre los hombres de autoridad en el Din
que vinieron después de ellos. Su existencia entre los
musulmanes es como una cangrena o un cáncer en alguna parte
del cuerpo. A menos que la enfermedad se erradique, las partes
sanas no podrán escapar del mal. Son como gente con un virus
contagioso. Los que entran en contacto con ellos sufren las
consecuencias. Debemos mantenernos alejados de ellos para
que no nos perjudiquen.
De entre los hombre de religión corruptos, Ibn Taimiyya ha
sido el más dañino de todos. En sus libros, y en particular en
Al-wasita, Ibn Taimiyya está en desacuerdo con la ijma’
al-muslimin, contradice las claras declaraciones del Corán y los
Hadices y no sigue el camino de Salaf as-Salihin. Siguiendo su
mente defectuosa y pensamientos corruptos, se desvió hacia la
incredulidad. Tenía mucho conocimiento. Allah hizo de su
conocimiento la causa de su perdición. Siguió los deseos de su
nafs. Trató de extender sus ideas erróneas en nombre de la
verdad.
El gran ‘alim Ibn Hajar al-Makki (que Allah esté complacido
con él) escribió en su libro Fatawa al-Hadiziyya:
“Allahu ta’ala hizo que Ibn Taimiyya sufriera un lapsus hacia
la incredulidad y la corrupción. Le hizo ciego y sordo. Muchos
‘ulama informaron de que sus actos eran corruptos y sus
palabras falsas, y lo probaron con documentos. Aquellos que
lean los libros de los grandes ‘ulama del Islam Abu Hasan
as-Subki, su hijo Taj ad-Din as-Subki y el Imam al-’Is ibn Jama’a,
y aquellos que estudien las declaraciones dichas y escritas en
respuesta a él por los ‘ulama Shafi’i, Maliki y Hanafi que vivieron
en su tiempo, comprobarán que estamos en lo correcto.
Ibn Taimiyya difamó e insultó a los ‘ulama de tasawwuf. Y lo
que es más grave, no vaciló en atacar a Hadrat Umar y Hadrat
‘Ali, pilares fundamentales de Islam. Sus palabras sobrepasaron
la medida y las normas del decoro, y lanzó flechas notiene
sentido. Estigmatizó a los ‘ulama del camino recto como
portadores de bida’, incrédulos e ignorantes.


Dijo “Ideas corruptas de filósofos griegos han sido
introducidas en los libros de los grandes hombres de tasawwuf”,
y trató de probarlo con su pensamiento erróneo y desviado. Los j
óvenes que no conocen la verdad podrían ser engañados por
sus palabras falsas y ardientes. Dijo por ejemplo:
“Los hombres de Tasawwuf dicen ver el Lawh al-mahfuz.
Algunos filósofos como Ibn Sina (Avicena) lo llaman an-nafs al
falakiyya. Dicen que cuando el alma del hombre llega a la
perfección, se une con an-nafs al falakiyya o al-’aql al-fa’al
mientras se está despierto o dormido, y que cuando el alma de
una persona se une con estas dos cosas, que son las que
causan todo lo que ocurre en el mundo, se convierte en
conocedor de las cosas existentes en ellas. Esto no fue
expresado por los filósofos griegos, lo dijo Ibn Sina y gente como
él que vino luego. También Imam Abu Hami al-Ghazzali,
Muhyddin ibn al-’Arabi y el filósofo andaluz Qutb ad-Din
Muhammad ibn Sa’bin hicieron declaraciones de este tipo. Estas
son palabras de filósofos. Estas cosas no existen en Islam. Con
estas palabras se desviaron del camino recto. Se convirtieron en
mulhids como los mulhids llamados shi’a (chiítas), isma’iliyya,
qaramitis y batinis. Dejaron el camino recto seguido por los
‘ulama de Ahl as-Sunna y de los Hadices y de los hombres de
tasawwuf sunni como Fudail ibn ‘Iyad. Mientras se sumergían en
la filosofía por un lado, luchaban contra grupos como los
Mu’tazila y los Kuramiyya por el otro. Hay tres grupos de
hombres de tasawwuf: los primeros se adhieren al Hadiz y la
Sunna. El segundo grupo son herejes como los Kuramiyya. El
tercer grupo son los seguidores de los libros de Ijwan as-safa y
las palabras de Abu ‘l-Hayyan. Ibn al-’Arabi e Ibn Sa’bin
adoptaron las declaraciones de filósofos y las hicieron
declaraciones de hombres de tasawwuf. El libro de Ibn Sina
(Avicena) Aji al-isharat ‘ala maqami ‘l-arifin contiene muchas de
estas declaraciones. También Imam al-Ghazzali dijo cosas
parecidas en algunos de sus libros como Al-kitab al-madnun y
Mishkat al-anwar. De hecho, su amigo Abu Bakr Ibn al-’Arabi trat
ó de salvarlo diciendo que se había entregado a la filosofía, pero
no lo consiguió. Por otro lado Imam al-Ghazzali dijo que los filó
sofos eran incrédulos. Hacia el final de su vida leyó [el Sahih de]
al-Bujari. Algunos dicen que esto le hizo olvidar las ideas que
había escrito. Otros dijeron que esas declaraciones le fueron
atribuidas para difamarle. Hay varios informes sobre Imam
al-Ghazzali en este sentido. Muhammad Mazari, un ‘alim Maliki
educado en Sicilia, Turtushi, un ‘alim andaluz, Ibn al-Jawzi, Ibn
‘Uqail y otros, dijeron muchas cosas.”
Las afirmaciones de Ibn Taimiyya muestran claramente sus
malos pensamientos hacia los ‘ulama de Ahl as-Sunna. Hizo
este tipo de afirmaciones incluso acerca de los más grandes
Sahaba. Estigmatizó a la mayoría de los ‘ulama de Ahl as-Sunna
como herejes. Y mientras el denigraba al gran wali y qutb
al-’arifin Hadrat Abu ‘l-Hasan ash-Shadhili por sus libros Hizb
al-kebir y Hizb al-bakhr y hacía difamaciones escuálidas sobre
los grandes hombres de tasawwuf como Muhyddin Ibn al-’Arabi,
‘Umar ibn al-Farid, Ibn Sab’in y Hallaj Husain ibn Mansur, los
‘ulama de su tiempo declararon unánimemente que estaba
desviado y corrupto. De hecho hubo ‘ulama que emitieron fatwa
declarándole incrédulo. Una carta escrita a Ibn Taimiyya en el
705/1305 dice: “‘Oh hermano musulmán, que se considera a si
mismo un gran ‘alim y el Imam de este tiempo! ‘Yo te amaba por
Allah! Desaprobaba a los ‘ulama que estaban en tu contra. Pero
oír tus palabras desprovistas de amor me ha confundido. ¿Duda
el sabio que el día se acaba cuando el sol se pone? Dijiste estar
en el camino recto y estar haciendo al-amru bi ‘l-ma’ruf wa
‘n-nahyi ‘ani ‘l-munkar. Allahu ta’ala conoce tus propósitos e
intenciones. Pero la ihlas (sinceridad) de una persona se deduce
de sus actos. Tus actos han descubierto tus palabras. Engañado
por los que siguen a su nafs, no solo has difamado a los que
viven en tu tiempo sino que has estigmatizado como incrédulos a
algunos de los que ya han muerto. No satisfecho con atacar a los
sucesores de Salaf as-Salihin, has difamado a los Sahaba
al-kiram, especialmente a los más grandes. ¿Es que no te
imaginas la situación en la que te encontrarás cuando esas
grandes gentes pidan sus derechos el Día del Levantamiento?
En el mimbar de Jami’ al-jabal en la ciudad de Salihiyya dijiste
que Hadrat ‘Umar (que Allah esté complacido con él) había
tenido algunas declaraciones erróneas y algunos desastres.
¿Cuáles eran esos desastres? De cuáles de esos desastres te
informaron los Salaf as-salihin? Dijiste que Hadrat ‘Ali tuvo más
de trescientos errores. Si esto hubiera sido cierto de Hadrat ‘Ali
¿Te quedaría a ti alguna palabra veraz? Ahora comienzo a
actuar contra tí. Intentaré proteger a los musulmanes contra tu
maldad, porque has sobrepasado la medida. Tu tormento ha
llegado a todos los vivos y muertos. Los creyentes deben rehuir
tu mal.”


Taj ad-Din as-Subki hizo una lista de los asuntos en los
cuales Ibn Taimiyya estaba en desacuerdo con Salaf as-Salihin:
1. Dijo que el ‘Talaq (divorcio islámico) no tiene validez; [en
caso de que ocurra,] es necesario pagar kaffara (igual a la que
se paga) por un juramento. Ninguno de los ‘ulama de Islam habí
an dicho que había que pagar kaffara.
2. Dijo que el ‘Talaq dado a una mujer haid (menstruante) no
es válido.
3. Dijo “no es necesario hacer qadha (recuperación) por un
salat omitido deliberadamente.”
4. Dijo “Es permisible (mubah) que una mujer haid
(menstruante) haga el tawaf de la Ka’aba. [Si lo hace] no deberá
pagar kaffara.”
5. Dijo “Un talaq dado en nombre de tres talaqs sigue siendo
un talaq.” Sin embargo, antes de decir esto, había repetido
durante años que la ijma’ al-muslimin no era así.
6. Dijo “Los impuestos no compatibles con Islam son halal
para aquellos que los exigen.”
7. “Cuando se recogen impuestos de los comerciantes, estos
pagos son como zakat, aunque no se pretendiera que lo fueran”,
dijo.
8. Dijo “El agua no se convierte en najs (impura) cuando un
ratón o algo similar muere en ella.”
9. Dijo “Es permisible para una persona junub (en estado de
impureza mayor) hacer salats voluntarios sin hacer ghusul por la
noche.”
10. Dijo “Las condiciones estipuladas por el waqif (persona
que dedica propiedad a un waqf o fundación benéfica) no se
toman en consideración.”
11. Dijo “Una persona en desacuerdo con ijma’ al-Umma no
se convierte en un incrédulo o un infractor.”
12. Dijo “Allah es mahall-i hawadiz y está hecho de partículas
que se unen entre ellas.”
13. Dijo “El Corán fue creado en el Dhat (esencia, persona)
de Allah.”
14. Dijo “El ‘alam, es decir las criaturas, son eternas con sus
clases.”
15. Dijo “Allah debe crear cosas buenas.”
16. Dijo “Allah tiene cuerpo y dirección. Cambia Su lugar.”
17. Dijo “El Fuego no es eterno, se apagará al final.”
18. Negó el hecho de que los profetas son inocentes.
19. Dijo “Rasulullah (que Allah le bendiga y le dé paz) no es
diferente de otra gente. No esta permitido rezar a través de su
intercesión.”
20. Dijo “Es una transgresión ir a Medina con la intención de
visitar a Rasulullah (que Allah le bendiga y le dé paz).”
21. También dijo “Es haram ir allí para pedir shafa’a (intercesi
ón).”
22. Dijo “Los libros Tawrat y al-Injil (la Torá y el libro de Jesú
s) no diferían en su vocabulario sino en su significado.”
Algunos ‘ulama dijeron que la mayoría de las declaraciones
citadas no pertenecían a Ibn Taimiyya, pero ninguno ha negado
que dijera que Allah tenía direcciones y que estaba hecho de
partículas que se unían entre ellas. Sin embargo se declaró en
consenso que Ibn Taimiyya era rico en ‘ilm, jalala y diyana. Una
persona que tiene fiqh, conocimiento, justicia y razón debe
primero observar la cuestión y luego decidir sobre ella con
prudencia. Especialmente, juzgando la incredulidad de un
musulmán, su transgresión o que deba ser ejecutado, requiere
observaciones minuciosas y extrema circunspección.
Recientemente se ha puesto de moda imitar a Ibn Taimiyya.
Defienden sus escritos desviados y reproducen sus libros,
particularmente su Al-wasita. De principio a fin, este libro está
lleno de sus ideas disconformes con el Corán, los Hadices y la
ijma’ al-muslimin. Levanta fitnas y facciones entre sus lectores y
causa hostilidad entre hermanos. Los wahabis en India y
aquellos hombres de religión ignorantes que cayeron en sus
trampas en otros países musulmanes, han hecho de Ibn
Taimiyya un estandarte para sí mismos y le han dado nombres
como ‘Gran Mujtahid’ y ‘Sheij al-Islam’.


Acogen sus
pensamientos transgresores y escritos corruptos en el nombre
de la creencia y el Imán. Para detener esta terrible corriente que
trae divisiones entre los musulmanes y destruye Islam desde
dentro, debemos leer los libros de los ‘ulama de Ahl as-Sunna
que refutan a estos transgresores con documentos. De entre
esta literatura, el libro en árabe Shifa as-siqam fi ziyarati jayri
‘l-anam, escrito por el gran Imam y profundamente sabio Taqi
ad-Din as-Subki (que Allah esté complacido con él), destroza las
ideas corruptas de Ibn Taimiyya, elimina su facción y expone su
obstinación. Previene la extensión de sus malas intenciones y
creencias erróneas.

Los Eruditos de la Mentira

Por Imam Al-Ghazali

Lo que yo quiero que se entienda al nombrar a los hombres mundanos con
estudios o los eruditos de la mentira, es que su objetivo al aprender es el
de vivir consolados en la comodidad y lograr el honor y el prestigio entre
las gentes. Ellos son esclavos de hábitos malignos. El diablo es poderoso
sobre la mayoría entre ellos y varias clases de pecados los confunden. Casi
cada uno entre ellos está absorbido en los lujos de este mundo, sus
consuelos y sus placeres.
Por esta razón, la mayoría de ellos considera lo bueno como malo y lo malo
como bueno. Ellos han embaucado a las gentes para que crean que no hay
ninguna otra ciencia que la del fiqh (jurisprudencia)*1 o los munazara
(debates). El Profeta (la paz y las bendiciones de Alàh sobre él) los ha
nombrado como los más malvados entre las personas. Tengan entonces cuidado
de ser engañados por las ambigüedades de estos maestros de la mentira.
Su mala influencia sobre la religión es mayor que la del Saytán, porque
mediante su ayuda él hace que llegue a sacarse la religión de los corazones
de los hombres. El Profeta (la paz y las bendiciones de Alàh sobre él) dijo:
"al final de los tiempos habrá devotos ignorantes y hombres de estudios
corruptos". (Hakim).

Usted los puede identificar por muchos de sus rasgos, entre ellos:

€ Uno de sus rasgos es que crean un ambiente de fanatismo hacia la verdad y
consideran despreciables y desdeñables a todos los inconformistas. Esto lo
hacen por el placer de la gloria y la fama. Por que el prestigio requiere
seguidores y nada atrae mejor a un seguidor que la intolerancia, la
maledicción y el vilipendio a los adversarios. Ellos han adoptado el
fanatismo como su regla de conducta y también como su método de enfoque.
Ellos llaman a esta intolerancia, defensa de la religión y una protección
para los musulmanes, mientras que de hecho tiene como resultado nada más que
la destrucción de todas las personas y el firme establecimiento de la
innovación en sus mentes.

€ Uno de sus signos es que ellos se implican a sí mismos en polémicas y
reyertas para ganar fama y prestigio. Ellos fingen que se esfuerzan por los
principios de la religión sin hacer el más leve esfuerzo hacia la ciencia de
la religión.
El hombre con estudios malvado es como una piedra que ha caído en la fuente
de una corriente. Ni absorbe agua él mismo, ni permite que fluya fuera y
alcance a las plantas. El estudioso malvado es también como tubos que salen
de un jardín impregnado de un olor hediondo como si contuviera tumbas de
hombres muertos. Su parte exterior es cultivada pero su parte interior está
repleta de huesos de muertos. Usted no necesita temer al Diablo si no tener
cuidado con los hombres que han aliviado al Diablo de la tarea de tentar y
engañar a las personas. Ellos tienen una reputación de Alim entre los legos
ya que estos no podrían distinguir el conocimiento verdadero del que es
falso. Esto es a causa de su desconocimiento de los actos de los Sahabi.

€ Encontrará sus lenguas más dulces que la miel pero sus corazones son más
oscuros que la noche.

€ Ellos instarán a las gentes a abjurar [rechazar o abandonar] este mundo
mientras ellos para sí mismos no renuncian a él; ellos colocan el temor de
Aláh en los corazones de los hombres mientras ellos mismos no Le temen;
ellos prohíben a los hombres buscar el favor de aquellos que ostentan la
autoridad mientras ellos se granjean para sí mismos sus favores. El Profeta
(la paz y las bendiciones de Aláh sobre él) dijo:
"Los peores eruditos frecuentan la casa de los gobernantes mientras los
mejores gobernantes frecuentan las casas de los eruditos.", (Ibn Maja).
Saeed Ibn ul Musayyab (rahmatullah aleihi) dijo: "Si usted ve a un hombre de
estudios frecuentar las casas de los gobernantes, tenga cuidado con él,
porque es un ladrón".

€ Sufyan Thauri (rahmatullah aleihi) dijo: "Si usted ve a un erudito que
tiene a muchos amigos usted puede estar seguro de que es un charlatán y un
impostor, porque si él hablara la verdad, esos amigos le odiarían".

€ Ellos se comprometen a aprender Kalam y Munazara para lograr la fama y la
gloria y abandonar aquello por lo que Alàh ha mandado a los Profetas. Un
sabio dijo, "he visto a eruditos que sólo se enseñaban el uno al otro la
piedad".

€ Ellos prefieren este mundo a la Otra Vida. Umar (rad¹ia Allahu tala anhu)
dijo: "Si usted ve al erudito acariciando este mundo, entonces no confíe su
religión en sus manos porque cada uno es cautivado por aquello que ama".


Este artículo está tomado de Ihyâ ul Ulûm ad-Dîn del Imam Al-Ghazali.

Notas:
*1 En el siglo XII el fiqh, en cualquiera de sus cuatro escuelas jurídicas
era reconocido de manera unánime como el baluarte de la ortodoxia islámica.
Nótese que en nuestros días, estos eruditos de la mentira ya han conseguido
desembarazarse del pesado yugo de la jurisprudencia tradicional mediante la
creación de las modernas escuelas de La mahdab que les permiten una aún
mayor libertad de acción. Imam al-Gazzali (Abu Hamid al-Ghazali, Algazel;
450-505 dH/1058-1111 dC.) se refiere con esta alusión, al hábito
característico entre estos eruditos de la mentira de desdeñar entre otras
ciencias islámicas, la del tasawuf, de la que Imam al-Gazzali fue uno de los
máximos representantes. (Nota del Traductor)

miércoles, 3 de septiembre de 2008

El testimonio de una mujer

¿SON LAS MUJERES SON DEFICIENTES COMO TESTIGOS?

Autor: Sheij GF Haddad

El título verdadero de esta sección debería ser: "Limitaciones al testimonio de una mujer".

El testimonio de la mujer no es igual al del hombre. Su testimonio es la mitad del testimonio del hombre con respecto a asuntos financieros.

El Corán proclama:“Y que sean testigos dos hombres. En defecto de dos hombres pueden se testigo un hombre y dos mujeres de entre los que aceptéis como testigos, de manera que si una de ellas se equivoca, la otra lo recordará”, Corán 2: 282. (Nota 1 al final).

Comentario: Hay muchos casos donde el testimonio de una mujer es tan bueno como el de un hombre. "Respecto a que se requiera el testimonio de dos mujeres en vez de una, se acepta generalmente que esto es conveniente en los casos donde las mujeres tienen poco conocimiento y ninguna pericia en el asunto. En los asuntos donde su testimonio sería tan válido como el de un hombre, el testigo de una mujer es suficiente". (Ruqayyah Waris Maqsud)

La prueba de que el significado del versículo anterior se aplica sólo en un contexto muy técnico y limitado es que muchos eruditos del Islam han permitido que las mujeres fueran jueces. Aún más, todas las escuelas sunitas concuerdan en que una mujer puede ser un mufti así como lo puede ser un hombre. Basándose en ese consenso, además, Al-Tabari, y probablemente Al-Shaybani, también fueron de la posición de que una mujer podría ser un juez (qadi) para toda clase de casos, porque una fatwa es más importante (makanatan) que un juicio (qada').

Para volver al significado del verso: Al-Zuhayli dijo que la segunda mujer era necesaria para recordar a la primera cualquier detalle que se le hubiera olvidado (como explícitamente se menciona en el aya), así como el segundo hombre sería necesario - si hubiera realmente dos testigos masculinos - habría hecho con el primero. Puesto que los hombres socializan con hombres, y las mujeres con mujeres; ellos así no se mezclan, así, a priori, ellos no podrían corregirse uno al otro tan fácilmente como un miembro de su propio sexo. Otra razón es que desde una perspectiva psicológica los hombres e incluso los chicos pequeños tienden a ser más puntillosos acerca de reglas y detalles – incluso detalles nimios - mientras que mujeres y niñas a menudo se olvidan de las reglas minimizando su importancia y dejan pasar detalles minúsculos que a sus mentes pueden parecerles irrelevantes.
También, la vida contractual y comercial tiende a ser dominada por los hombres lo que implica un mayor acceso y familiaridad para los hombres, en general aunque hay situaciones sociales donde sólo están presentes las mujeres.

Aún más: En los países musulmanes, generalmente sólo las mujeres asisten al momento del parto; en el que ellas son la comadrona, el doctor etc. A veces sólo una mujer puede estar presente. Hay implicaciones legales graves en la herencia en cuanto a si el bebé es mortinato, vive, o respira (está vivo) y luego muere casi inmediatamente. Incluso, si solamente una mujer asiste a tales sucesos, su testimonio es tomado como válido. En el caso de dos esposos acusándose el uno al otro de adulterio sin ningún otro testigo: cada esposo tiene que dar testimonio cuatro veces, la quinta vez ellos invocan la maldición de Aláh sobre ellos si ellos dicen mentira. En ninguno de estos dos ejemplos es la palabra del hombre equivalente a la de dos mujeres.

Véase también, sobre este asunto, el artículo de Mohammad Fadel en el Diario Internacional de Estudios de Oriente Próximo, de mayo de 1997, titulado: "Dos Mujeres, Un Hombre: Conocimiento, Poder y Género en el Pensamiento Medieval Legal Sunni".

NOTA 1 * Comentario del Traductor: “Los testigos no rechazan si se les llama” Corán 2: 282. Esta aleya está emplazada siguiendo inmediatamente a la citada anteriormente y sirve de recordatorio a aquellos que se niegan a participar en un acto jurídico en el que su testimonio es fundamental alegando que el segundo testigo es una mujer sola, siendo esta versada en el asunto.

Apuntes sobre Al Albani


por el Dr. G. F. Haddad




Nasir al-Albani es el archi-innovador de los Wahhabis y 'Salafis' en nuestros días. Un comerciante en reparar relojes, al-Albani se proclamó un autodidacta de los estudios del hadith que no tuvo a ningún maestro conocido en cualquiera de las ciencias islámicas y admitió no haber memorizado el Libro de Alláh ni ningún libro de hadith, de fiqh, de `aqîda, de usûl, ni de gramática. El logró la fama atacando a los grandes eruditos de Ahl al-Sunna y profiriendo injurias contra la ciencia del fiqh con especial inquina hacia la escuela de su padre que fue un jurista Hanafi.

Un difamador rabioso de los Amigos de Alláh y de los Sufis, fue expulsado de Siria y después de Arabia Saudita y vivió en Ammán, Jordania bajo arresto domiciliario hasta su muerte en 1999. El es la qibla de las personas de la Innovación, reformistas supuestos del Islam, y de otros simpatizantes de 'Salafis' y Wahhabis, el autor preferido de los mercaderes de libros y de muchos musulmanes incultos. La mayor parte de los eruditos sunitas contemporáneos advirtieron de su herejía y muchos de ellos escribieron artículos o trabajo extensos contra él, de los que resaltamos los siguientes:

- El erudito indio Habib al-Rahman al-A`zami que escribió al-Albani Shudhudhuh wa Akhta'uh ('Las Aberraciones y Errores de Al-Albani) en cuatro volúmenes.
- El erudito sirio Muhammad Sa`id Ramadan al-Buti que escribió los dos clásicos al-Lamadhhabiyya Akhtaru Bid`atin Tuhaddidu al-Shari`a al-Islamiyya (“No seguir una escuela de Jurisprudencia es la más peligrosa innovación que amenaza las Leyes Sagradas del Islam”) y al-Salafiyya Marhalatun Zamaniyyatun Mubaraka La Madhhabun Islami ('El proceder de los primeros musulmanes fue un época histórica bendita, no una escuela islámica de pensamiento”)
- El ulema marroquí erudito del haddith `Abd Allah ibn Muhammad ibn al-Siddiq al-Ghumari que escribió Irgham al-Mubtadi` al-Ghabi bi Jawaz al-Tawassul bi al-Nabi fi al-Radd `ala al-Albani al-Wabi (La Coerción de los Ignorantes Innovadores respecto de la licitud de usar al Profeta -Allah le bendiga y le de la paz- como un intermediario En Refutación de el Nefasto al-Bani”), al-Qawl al-Muqni` fi al-Radd `ala al-Albani al-Mubtadi` (“El Discurso Persuasivo en Refutación de Al-Bani el Innovador), y Itqan al-Sun`a fi Tahqiq Ma`na al-Bid`a (La Obra precisa en Acertar el Significado de Innovación).
- El ulema marroquí erudito del hadith `Abd al-`Aziz ibn Muhammad ibn al-Siddiq al-Ghumari que escribió Bayan Nakth al-Nakith al-Mu`tadi (La Exposición de la Traición del Rebelde).
- El erudito sirio `Abd al-Fattah Abu Ghudda que escribió Radd `ala Abatil wa Iftira'at Nasir al-Albani wa Sahibihi Sabiqan Zuhayr al-Shawish wa Mu'azirihima (Refutación de las Mentiras y Fabricaciones de Nasir al-Albani y de su antiguo amigo Zuhayr al-Shawish y de sus Partidarios).
- El erudito del hadith, el egipcio Muhammad `Awwama que escribió Adab al-Ikhtilaf (“Las maneras adecuadas de expresar las diferencias de Opinión).
- El erudito del hadith, el egipcio Mahmud Sa`id Mamduhque, que escribió Wusul al-Tahani bi Ithbat Sunniyyat al-Subha wa al-Radd `ala al-Albani (El descenso del Beneficio y la Confirmación de que la cuentas del Dhikr son Sunna en Refutación de al-Albani) y Tanbih al-Muslim ila Ta`addi al-Albani `ala Sahih Muslim ('¡¡Advirtiendo a los Musulmanes respecto de los ataques de al-Albani contra Sahih Muslim!!”).
- El erudito del hadith, el saudí Isma`il ibn Muhammad al-Ansar que escribió Ta`aqqubat `ala 'Silsilat al-Ahadith al-Da`ifa wa al-Mawdu`a' li al-Albani ('Critica al Libro de Albani sobre Hadices Débiles y Falsificados”), Tashih Salat al-Tarawih `Ishrina Rak`atan wa al-Radd `ala al-Albani fi Tad`ifih ('Estableciendo como Correcto el Salat at-Tarawih en Veinte Rak`as y la Refutación de su Debilidad por al-Albani'), e Ibahat al-Tahalli bi al-Dhahab al-Muhallaq li al-Nisa' wa al-Radd `ala al-Albani fi Tahrimih (“La Licitud para las mujers de llevar joyas de oro en contra de Su Prohibición hecha por al-Albani).
- El ulema sirio Badr al-Din Hasan Diab quien escribió Anwar al-Masabih `ala Zulumat al-Albani fi Salat al-Tarawih (Iluminando la Oscuridad de al-Albani respecto a la oración de Tarawih).
- El Director de Fundaciones Religiosas en Dubai, `Isa ibn `Abd Allah ibn Mani` al-Himyari que escribió “al-I`lam bi Istihbab Shadd al-Rihal li Ziyarati Qabri Khayr al-Anam –que Allahj le bendiga y le salve“. (“Las Notificaciones Con Respecto a la Recomendación de Viajar para Visitar la Tumba del Mejor de la Creación –que Allah le bendiga y le salve”) y al-Bid`a al-Hasana Aslun Min Usul al-Tashri` ('La Innovación Excelente es una de las Fuentes de la Legislación islámica').
- El Ministro de Asuntos Islámicos y Fundaciones Religiosas en los Emiratos Arabes Unidos, Shaykh Muhammad ibn Ahmad al-Khazraji que escribió el artículo “al-Albani: Tatarrufatuh” (Las posiciones extremistas de al-Albani).
- El erudito sirio Firas Muhammad Walid Ways en su edición de Ibn al-Mulaqqin's Sunniyyat al-Jumu`a al-Qabliyya (“Las oraciones Sunna que deben preceder al Salat al-Jumua`a”).
- El ulema sirio Hasan `Ali al-Saqqaf que escribió en dos volumenes Tanaqudat al-Albani al-Wadiha fi ma Waqa`a fi Tashih al-Ahadith wa Tad`ifiha min Akhta' wa Ghaltat ('Las Patentes Auto-Contradicciones, Equivocaciones y Pifias al Declarar Hadiths Firmes o Débiles), Ihtijaj al-Kha'ib bi `Ibarat man Idda`a al-Ijma` fa Huwa Kadhib (“El Recurso del Perdedor a la Frase: ``¡Quien Quiera que Reclame el Consenso Es un Mentiroso!”), al-Qawl al-Thabtu fi Siyami Yawm al-Sabt (“El firme discurso Concerniente a Ayunar en Sábados”), al-Lajif al-Dhu`af li al-Mutala`ib bi Ahkam al-I`tikaf (El Golpe Mortal Contra El Que Juguetea con las Resoluciones de I`tikaf), Sahih Sifat Salat al-Nabi Sallallahu `alayhi wa Sallam (La Descripción Correcta de la Oración de Profeta - Alláh le bendiga y le salude -'), I`lam al-Kha'id bi Tahrim al-Qur'an `ala al-Junub wa al-Ha'id (La Evaluación del Entrometido en la Prohibición del Corán a quienes están en un Estado de Corrupción Mayor y las Mujeres Menstruantes), Talqih al-Fuhum al-`Aliya (La Inculcación del Alto Discernimiento) y Sahih Sharh al-`Aqida al-Tahawiyya (“La Explicación Correcta de la Declaración de al-Tahawi sobre la Doctrina islámica”).

Entre las innovaciones de Albani en las ciencias del Islam:

1- En su libro Adab al-Zafaf del prohibe a las mujeres llevar joyas de oro -anillos, pulseras y cadenas- a pesar de que el Consenso de los Ulemas lo permite.

2- Proclama que no se debe pagar el zakât del 2,5% del dinero obtenido del comercio, es decir de la actividad principal por la cual el dinero circula entre los musulmanes.

3- Prohíbe absolutamente ayunar los sábados.

4- El prohíbe la reclusión (i`tikaf) en cualquier otra de las Tres Mezquitas.

5- El reclama que es lícito comer en ramadán antes del Magreb como definido por la Ley, y semejantemente después del alba verdadera.

6- El compara fiqh Hanafi al Evangelio 1.

7- El llama a las gentes a imitarlo a él antes que a los Imanes del Salaf tal como los fundadores de las Cuatro Escuelas Jurídicas, y sus seguidores invalidan los hadiths que contradice sus puntos de vista.

8- El prohíbe la realización posterior de las oraciones perdidas intencionalmente.

9- El proclama que es permisible para las mujeres menstruantes y para quellos en un estado de corrupción mayor (junub) recitar, tocar, y llevar el Corán.

10- El reclama repetidamente que entre las innovaciones en la religión existentes en Medina está la persistencia de la la tumba del Profeta -Alláh le bendiga y le guarde- en la mezquita.

11- El proclama que quienquiera que viaja pensando en visitar al Profeta - Alláh le bendiga y salude - o para pedirle por su intercesión es un innovador extraviado.

12- El proclama que quienquiera que lleve cuentas de dhikr en la mano para recordar a Alláh el Ensalzado está en el mal camino y es un innovador.

13- El inventó una ubicación para Alláh el Exaltado encima del Trono que él denominó al-makân `adamî - 'el lugar inexistente'.

14- El proclama en Tamam al-Minna que la masturbación no anula el ayuno.

15- El publicó las ediciones 'corregidas' de los dos Sahihs de al-Bukhari y Muslim, que él llamó engañosamente los 'Compendios' (mukhtasar) violando la integridad de los libros originales.

16- El publicó las ediciones re-estilizadas de los Cuatro Sunan, al-Bukhari's al-Adab al-Mufrad, al-Mundhiri's al-Targhib wa al-Tarhib, y al-Suyuti's al-Jami` al-Saghir, cada una de las cuales partió en dos trabajos, respectivamente prefijados Sahih y Da`if infringiendo la integridad de estos libros maestros.

17- El dijo: 'Muchos de los que interpretan en sentido figurado [los Atributos Divinos] no son heréticos (zanâdiqa), pero ellos dicen lo que los heréticos dicen,' y 'la interpretación figurada es lo mismo que nulidad (al-ta'wîl `ayn al-ta`tîl).'2 2 Fatawa (p. 522-523) y Mukhtasar al-`Uluw (p. 23f.).

18- El sugiere que al-Bukhari es un incrédulo por interpretar el Divino Rostro como dominio o soberanía (mulk) en el verso 'todo perecerá salvo Su semblante' (28:88) en el libro de Tafsir de su Sahih: 'Excepto Sus wajh significa excepto Su mulk, y también se dice: cualquier cosa menos Su semblante'. Albani deja escapar: 'Ningún verdadero creyente diría tal cosa' y 'deberíamos considerar al-Bukhari inocente de haber hecha esa declaración'.3 3 Fatawa (p. 523).

19- En imitación de los Mu`tazila, declara actos prohibidos en Islam (harâm) equivalentes a la idolatría (shirk) en su libreto al-Tawassul: istighâtha (pedir ayuda), tawassul (buscar medios) y tashaffu` (buscar la intercesión) por el Profeta – Alláh le bendiga y le salude - o de uno de los Awliyâ', tal como declara su amigo Bin Baz y los que les obedecen tales como al-Qahtani en el al-Wala' wa al-Bara' y otros, en absoluta negación y pleno rechazo de las numerosos narraciones verídicas y explícitas que los reflejan, tal como la narración de al-Bukhari sobre el Profeta - Alá le bendiga y le salude- de Ibn `Umar – Alláh esté complacido con él -: 'Verdaderamente el sol estará tan cerca en el Día de la Resurrección que el sudor llegará al medio de los oidos, después de lo cual ellos pedirán (istaghâthû) ayuda de Adán - sobre él la paz -, después de Musa - sobre él la paz -, y después de Mohammad - Alláh bendice y lo saluda - que intercederá (fa yashfa`u)... y ese día Alá lo levantará a una Estación Exaltada, para que todo los presentes [inclusive los incrédulos] lo glorifiquen (yahmaduhu ahlu al-jam`i kulluhum)'.

20- El niega que el nombre del Angel de la muerte sea `Azrâ'îl y reclama que tal nombre no tiene otras bases que las reseñas que los israelitas reportan, aunque `Iyad informa del consenso de la Umma en al-Shifa'.

21- Como el resto de innovadores Wahhabis y 'Salafis' ¡Él declara a los Ash`aris, Maturidis, y Sufis fuera del amparo de Ahl al-Sunna e incluso fuera del amparo del Islam, aunque Alláh El Altísimo y Su Profeta -Alláh le bendiga y le guarde- los alabó! Cuando la revelación del verso 'Alláh traerá a una personas a quienes Él ama y que ellos Lo aman' (5:54), el Profeta -Alláh le bendiga y le guarde- señaló a Abu Musa Ash`ari -Alah esté satisfecho con él - y dijo: 'Ellos son las Gentes de este hombre'.

Al-Qushayri, Ibn `Asakir, al-Bayhaqi, Ibn al-Subki, y otros dijeron que los seguidores de Hasan al-Ash`ari -es decir los Ash`aris que fueron en su mayor parte Sufis- están incluidos entre las Gentes de Abu Musa ya que en cada lugar que una gente es afiliada a un Profeta, se supone que los que adoptan ese nombre son seguidores de aquel Profeta. Narrado por `Iyad by Ibn Abi Shayba y al-Hakim quien dice que es sahîh según el criterio de Muslim, y por al-Tabarani con una cadena verídica como estableció al-Haythami.

En cuanto a los Maturidis, son referidos a en la narración del Profeta -Alláh le bendiga y le guarde- por Bishr al-Khath`ami o al-Ghanawi con una cadena veridica (sahîh) conforme a al-Hakim, según al-Dhahabi, según al-Suyuti, y según al-Haythami: ¡'Con seguridad que ustedes conquistarán Constantinopla y en verdad que lider maravilloso será su lider [Mehmet Fatih Sultan – que Allah esté complacido con él -] y en verdad que ejército maravilloso será su ejército'! El líder y su ejército fueron Hanafis Maturidis clásicos y es sabido que ese Mehmet Fatih amó y respetó a los Sufis, practicó el tawassul, y siguió un Shaykh. Además, la enemistad contra los Ash`aris, Maturidis, y Sufis, es nifâq y enemistad contra la Umma del Islam como la mayor parte de los Ulemas de Islam lo han proclamado.

22- En por lo menos cinco de su libros 5 llama a la demolición de la Cúpula Verde de la Mezquita del Profeta en al-Madina al-Munawwara y por sacar la tumba de Profeta fuera de la Mezquita. 5 Ahkam al-Jana'iz wa Bida`uha, Talkhis Ahkam al-Jana'iz, Tahdhir al-Sajid, Hijjat al-Nabi, yd Manasik al-Hajj wa al-`Umra.

23- El declara: 'Yo no he encontrado evidencia de que el Profeta -Alláh le bendiga y le guarde- oiga el salaam de los que le saludan en su tumba' y 'yo no sé de donde Ibn Taymiyya tomó su pretensión 6 de que él -Alláh lo bendiga y lo guarde- oye el salaam de alguien cercano'. Este y el artículo previo están entre sus barbaridades más grandes y portan la firma inconfundible de la innovación y la desviación.7 6 En Majmu`a al-Fatawa (27:384). 7 En sus notas en sobre Nu`man al-Alusi's al-Ayat al-Bayyinat (p. 80) y su Silsila Da`ifa (#203).

24- El considera una innovación visitar a los parientes, a los vecinos o los amigos en el día de `Eid y lo prohibe. 8 8 Fatawa (p. 61-63).

25- El dió la fatwa de que los musulmanes deben salir en masa de Palestina y dejársela a los judíos por que es parte del Domicilio de la Guerra (dâr al-harb). 9 9 Fatawa (p. 18).

26- El recomienda en su Salat al-Nabi -Alláh le bendiga y le guarde-, la fórmula 'la Paz y las bendiciones sobre el Profeta' en vez de 'sobre tí, Oh Profeta” en el tashahhud en contradicción de las Cuatro Escuelas Sunitas, basándose en un hadith de Ibn Mas`ud por el cual los Compañeros utilizaban la fórmula del estilo indirecto tras la muerte del Profeta -saws-. Pero el Profeta -saws- mismo los instruyó para orar exactamente como él oró el diciendo: '¡La paz y las bendiciones sobre ti, Oh Profeta!' sin decirles que lo cambiaran después de su muerte, ni lo hicieron los Compañeros principales (cuya Sunna se nos ordenó imitar junto con la del Profeta –saws)-, tal como Abu Bakr y `Umar, los Compañeros y los Sucesores. ¡Ellos nos enseñaron de otro modo!

27- El prohíbe orar más de 11 rak`as en oraciones de Tarawih basándose en que el Profeta -saws- nunca lo hizo y en patente rechazo de su orden explícita de seguir la Sunna de los Califas bien-guiados después de él.

28- El declara que agregar más de 11 rak`as supererogatorios tras la última oración de la noche (tahajjud) es una innovación antes que un acto de obediencia por que el Profeta -saws- 'jamás oró cien rak`as en su vida entera'10 aunque los Ulemas concuerden que no hay límite prescrito a algo que el Profeta -sasws- ordenó sin cuantificarlo específicamente, y él -saws- dijo en tres narraciones auténticas: 'Sabed que la mejor de vuestras buenas acciones es la oración,'11 'la Oración es una luz,'12 y 'La oración de la noche está en ciclos de dos [rak`as] y cuando alguno de ustedes tema la irrupción del alba, que ore uno solo.'13 También se establece en muchas narraciones auténticas coleccionadas por Imam `Abd al-Hayy al-Lacknawi en la segunda parte de su Iqamat al-Hujja `ala anna al-Ikthar min al-Ta`abbudi Laysa bi Bid`a que los Compañeros y los Salaf oraban centenares ¡si no millares de rak`as en cada veinticuatro horas! [ Fatawa (pgs. 315-316).] 11 [Narrado formando parte de un hadith más largo de Thawban con cadenas verídicas por Ibn Majah y Ahmad. Malik lo cita en su Muwatta'.] 12 [Parte de un hadith más largo de Abu Malik al-Ash`ari (Ka`b ibn `Asim) por Muslim, al-Tirmidhi (hasan sahîh), al-Nasa'i, Ibn Majah, Ahmad, y al-Darimi.] 13 [Narrado por Ibn `Umar en los Nueve Libros. ]

29- El considera una innovación orar cuatro rak`as entre el dos adhâns de Jumu`a y antes del Salat, aunque está narrado auténticamente que 'el Profeta -saws- oró cuatro rak`as antes de Jumu`a y cuatro rak`as después.'14 14 [Con una cadena fuerte de`Ali e Ibn `Abbas tal como estableció al-Tahanawi en I`la' al-Sunan (7:9).]

30- El declara prohibido (harâm) y una innovación alargar la barba más allá de la longitud de un puño aunque no hay prueba para tal proclama en toda la Ley y ninguno de los Ulemas jamás lo dijo antes de él. [Fatawa (p. 53).]

31- El da la rienda suelta a su propensión a insultar y vilipendiar a los Ulemas del pasado así como a sus contemporáneos. Como resultado, es difícil transitar por sus escrituras sin ser afectado por el espíritu inicuo que las penetra. Por ejemplo, a los redactores y comentaristas anteriores de al-Adab al-Mufrad ('el Libro de Maneras') de al-Bukhari los considera 'pecadores', 'intolerablemente ignorantes', e incluso 'mentirosos' y 'ladrones'. De uno él dice: 'Hay tanto hadiz débil [en su opinión] ... que es una práctica anti-islámica'; de otro: 'Es ignorancia que no debe ser tolerada'; de otro: 'Falsificación y abierta mentira... Su edición es robada [de una anterior].' 16 Tales ejemplos llenan realmente un libro compilado por Shaykh Hasan `Ali al-Saqqaf titulado Qamus Shata'im al-Albani wa Alfazihi al-Munkara al-Lati Yatluquha `ala `Ulama' al-Umma ('Diccionario de los Insultos de al-Albani y las Palabras Atroces que El Utiliza Contra los Eruditos de la Comunidad musulmana'). 16 Sahih al-Adab al-Mufrad (Introduction, p. 15, 20, 26).

32- El revivió el reclamo anti-madhhabî de Ibn Hazm respectoa que las diferencias nunca pueden ser una misericordia en cualquier caso si no que son siempre una maldición por el versículo “Si procediera de otro que Alláh, hallarían en él muchas contradicciones [discrepancias]” 4:82.(17) Imam al-Nawawi hace mucho tiempo que negó este punto de vista en su comentario sobre Sahih Mulim en el que dijo: 'Si hay algo que es una misericordia, no necesariamente su contrario tiene que ser lo contrario a la misericordia. Nadie hace esta concordancia y áun, nadie lo dice excepto un ignorante o alguien que está afectado por la ignorancia'. Semejantemente, al-Munawi dijo en Fayd al-Qadir: 'Esto es una artimaña que apareció por parte de algunos de los que tienen la enfermedad en el corazón'. 17 Al-Silsila al-Da`ifa (1:76 #57).

33- El manifiesta aversión hacia los que leen la obra maestra del Imam al-Busiri, Qasidat al-Burda, y les llama cretinos (mahâbîl) 18, es decir, a millones de musulmanes del pasado y del presente incluyendo al mismo Imam Ibn Hajar al-`Asqalani, Imam al-Sakhawi e Imam al-Suyuti, pues todos ellos incluyeron su lectura como imprescindible en el currículo islámico. Introducción a Raf al-Astar (p. 24-25) de al-San`ani. 19 Cf. al-Suyuti, Husn al-Muhadara (Cairo 1293 ed. 1:260) y al-Sakhawi, en A.J. Arberry, Sakhawiana: A Study Based on the Chester Beatty Ms. Arab. 773 (London: Emery Walker Ltd., 1951, p. 5-9).

34- El perpetúa las mentiras que se atribuyen a los Ash`aris, tal como su observación de que el Imán Sayf al-Din al-Amidi no rezaba, 20 a pesar de que el Dr. Hasan al-Shafi`i en su extensa y minuciosa biografía titulada al-Amidi wa Ara'uhu al-Kalamiyya demostró que la historia de que al-Amidi no rezaba fue una calumnia puesta en circulación durante la campaña emprendida contra él por el Imam Ibn al-Salah por sus enseñanzas de lógica y filosofía en Damasco. 20 En sus anotaciones al libro al-Ayat al-Bayyinat (p. 88) de Nu`man al-Alusi.

35- El perpetúa la falsa proclama hecha por Munir Agha el fundador de la Egyptian Salafiyya Press, de que el Imám Abu Muhammad al-Juwayni - el padre del - Imam al-Haramayn - se 'arrepintió' de la doctrina de los Ash`aris y supuestamente escribió un tratado titulado Risala fi Ithbat al-Istiwâ' wa al-Fawqiyya ('Epístola sobre la Afirmación del Establecimiento y la Ubicación en lo Alto'). 21 Esta falsa atribución continúa siendo promovida sin comprobación - para razones obvias - por los “Salafis” de hoy en día que la aducen para conseguir que se proclame que al-Juwayni abrazó los conceptos antropomorfistas. La Risala en cuestion no es mencionada en ninguna de las fuentes bibliográficas y biográficas, ni al-Dhahabi la cita en su enciclopedia de opiniones antropomorfistas titulada al-`Uluw. Más conclusivamente, está escrita en el estilo argumentativo moderno y refleja las obsesiones antropomorfistas típicamente contemporáneas.

36- Se mofa de los fuqahâ' de la Umma por aceptar - en su inmensa mayoría - el hadith de Mu`adh ibn Jabal sobre el ijtihâd como auténtico y consiguientemente rechaza la definición de conocimiento (`ilm) en el Islam como perteneciente al fiqh mientras que reclama que pertenece sólo al hadith, 22 ¡¡Aunque los Ulema del Salaf dijeran explícitamente que un maestro de hadith sin fiqh es un innovador equivocado!! Y él define el `âlim como 'significando, por supuesto, el `âlim `Salafi', no el del `Khalafi [Shaykh egipcio tardío] Ghazali'!' 23 Al-Qurtubi dijo: 'Uno de los conocedores de Alláh dijo: Un cierto grupo que todavía no irrumpido en nuestro tiempo pero que surgirá al final de los tiempos, maldecirá a los eruditos e insultará a los juristas'. Tahrim Alat al-Tarab (p. 160). 24 Al-Qurtubi, Tafsir (7:191).